En el argot tecnológico, las siglas MVP sirven para referirse a un primer producto viable. Una primera versión con la que arrancar para, posteriormente, ir introduciendo mejoras.
Esa es precisamente la fase en la que se encuentra
Telefónica Tech, tras
una primera separación del grupo en la que se trasladó una tanda de productos y servicios desde todas las matrices de los países prioritarios, desde España a Brasil. En la segunda parte del año, la compañía
busca agrandar su tamaño con la transferencia de otros activos propios para incrementar su portfolio, como la reciente de la empresa de la nube Acens, y
planea más compras locales en algunos mercados maduros y con un mayor negocio corporativo.El
nacimiento de Tech no estuvo exento de dificultad.
Su puesta en marcha a principios del año 2020
sufrió los problemas propios de la pandemia del coronavirus con los retrasos en los trámites y también
los relacionados con una separación de activos dentro de la compleja estructura de las diferentes operadoras de los países prioritarios de Telefónica. El reto era completar una transferencia de negocio suficientemente ambiciosa como para hacer atractiva la filial ante potenciales inversores y lo suficientemente prudente para no 'vaciar' las diferentes operadoras. El racional detrás del movimiento era más o menos el mismo que el de la creación de Telxius: esos productos y servicios valdrían más en una entidad independiente que ocultos dentro del perímetro general del grupo.
El resultado de ese trabajo interno por mantener valor en las operadoras y transferir parte a Tech ha sido una separación que ha dado lugar a
una división relativamente pequeña respecto al tamaño total del negocio de estos servicios en la teleco.
Según los números del primer trimestre, el primero que se desglosó después de esta separación formal, declaró unos
ingresos de 166 millones de euros.
Esto deja un volumen anualizado de unos 700 millones. En 2020, cuando ese 'carve out' no había sido completado, se declararon 1.500 millones.
Para explicar esa diferencia de dinero hay que tener en cuenta que
se ha trasladado sólo una parte de los activos potenciales, según explicó el propio Ángel Vilá, consejero delegado del grupo, ante los analistas. Tech sigue pasando, en buena parte, por
las operadoras que son las que facturan al cliente final a través de su canal de venta -que, lógicamente, será el mismo que el que se utiliza para el negocio 'tradicional' de conectividad en las operadoras de los diferentes países-.
Una parte importante del negocio sigue estando en esas operadoras locales.
Más activosA partir de ahora,
el objetivo último es ir incrementando el tamaño a base de trasladar poco a poco más activos y servicios que tendría más sentido ubicarlos allí, según explican fuentes conocedoras.
Ya se hizo el pasado mes de mayo con Acens, la empresa especializada en servicios de computación en la nube (y liderada por el que hoy es el consejero delegado de Tech, José Cerdán) que en el año 2011 fue adquirida por Telefónica.
Este traslado no va a ser el único para contribuir al'engorde'.A la incorporación de otros activos
se le sumarán también varias adquisiciones que se espera, especialmente, en mercados maduros y prioritarios para la empresa (España, Alemania, Brasil y Reino Unido) y que tengan un negocio corporativo importante.
"Estamos analizando adquisiciones para complementar nuestra huella y nuestras capacidades en nuestra unidad de Internet de las Cosas", aseguró Vilá a la agencia de noticias Reuters hace varios meses. Las últimas adquisiciones se hicieron a lo largo del pasado año. Una de ellas fue
iHackLabs, especializada en formación y entrenamiento de profesionales de ciberseguridad.
Otra fue
Govertis, que ha estado rodeada de polémica pues fue el detonante tras el cual se inició la investigación sobre el responsable de ciberseguridad que acabó en un
despido disciplinario por detectar irregularidades en la gestión.
Sin prisas con los nuevos sociosCon el incremento de tamaño, Telefónica Tech
trata de ganar el mayor múltiplo posible ante la entrada de un potencial inversor.
Debido a que sólo ha tenido un primer trimestre de actividad bajo esta separación formal, la empresa prevé que no se abrirá el accionariado al menos hasta que haya una mayor trayectoria de ingresos. En un primer momento, antes de finalizar la separación formal y registrar los primeros números, se recibió un cierto interés de fondos de inversión especializados en tecnología. Aún así, desde las filas de Telefónica
no existe una prisa excesiva por cristalizar ese valor a través de la venta parcial de las acciones
de este holding o de algunas de sus divisiones.
Y la razón es que
las dos grandes operaciones para reducir deuda -la
'entrega' de Telxius a American Tower y la fusión de O2 con Virgin en Reino Unido-
ya se han concluido y permitirán rebajar el pasivo de manera decisiva durante este año 2021. Con socio o sin él, la operadora ya tiene un 'mínimo producto viable' de su brazo tecnológico. Ahora debe demostrar si esta configuración, con un menor tamaño inicial, sigue manteniendo ese vivo interés de los inversores.
Telefónica agrandará Tech con activos y otras compras a la espera de inversor (lainformacion.com)