En unos días se conocerán los entresijos de la nueva subasta de derechos de retransmisión del fútbol en España.
LaLiga ya ha remitido el proyecto a Competencia para su análisis en profundidad. En este punto, todos los actores se miran con cierto recelo.
Los dos principales: Telefónica y la propia patronal de los clubes. Hay mucho en juego. La operadora se está jugando su exclusividad, que se traduce en los más de 1,5 millones de clientes de fútbol con tarifas de tres cifras mensuales. La organización presidida por Javier Tebas debe introducir más actores para reducir una temida deflación de los precios a costa de aumentar los plazos, algo que ya rechazó la CNMC en 2015, y de trocear los paquetes sin ‘enfadar’ a unos usuarios que no podrían disfrutar de todo el fútbol en una sola plataforma.
“Se está corriendo el peligro de convertir LaLiga en un producto de nicho”. Las palabras son del director general de la patronal, Óscar Mayo, y fueron pronunciadas a principios de septiembres
en un encuentro con medios.
Estaban dirigidas claramente a Telefónica, otrora socio clave para mantener (y elevar) los precios con la venta centralizada de los derechos que arrancó en 2015 por decreto ley del Gobierno -primero junto a Mediapro y luego en solitario-.
Ese era sólo el aperitivo. Esta semana,
Tebas fue mucho más claro y puso nombres y apellidos:
“El acceso ha quedado reducido sólo a Telefónica y Orange; en España hay cuatro millones de hogares que ni pagando lo pueden ver. Eso no puede ser”. Señala, precisamente, a las operadoras de telecomunicaciones, que fueron las que, pagando un precio muy alto en sus cuentas de resultados, sacaron la chequera desde hace seis años después de que las televisiones ‘tradicionales’ dieran un paso atrás.
Ese es el análisis. Pero aún no hay una propuesta pública formal de lo que hará para evitar que Telefónica se quede sola en la subasta y pueda empujar los precios a la baja recortándolos más de un 20%, siguiendo los pasos de otras ligas como la francesa.
Tebas sólo ha ido apuntando pistas: habrá paquetes con un número limitado de partidos, como se ha hecho en otras ligas como la inglesa -Amazon se ha quedado con algunos de esos paquetes-. Pero hay un riesgo intrínseco: esto abre la puerta a que el cliente se vea obligado comprar varias suscripciones a servicios con los que así tener todo el fútbol o, al menos, los partidos que le interesan. Y por las palabras del presidente de la patronal, ese es un riesgo que van a asumir con tal de introducir más competencia en la subasta.
Los 'peliagudos' 5 años
Pero, quizá, el asunto más peliagudo ahí es el del periodo de vigencia de esos contratos. Tebas consiguió en los llamados ‘Acuerdos de Viaña’ que se eliminara por decreto el tope de 3 años para la distribución de los derechos, lo que abría la puerta a algunos gigantes que habían mostrado en repetidas ocasiones que buscaban una mayor estabilidad en sus inversiones y no tener que enfrentarse a subastas tan continuadas en el tiempo. De esta forma, La Liga lo ha fijado en cinco años.
Y eso choca claramente con lo defendido históricamente por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que recibió esta semana todo el pliego de condiciones para su estudio. Ya en 2007 abrió un expediente sancionador contra AVS (la sociedad creada por Prisa, Vía Digital y Televisión de Cataluña), Sogecable y los clubes por los acuerdos firmados que acabó en sanción, asegurando que los contratos que tuvieran una duración superior a cuatro años iban en contra de la competencia. La patronal peleará por elevar ese techo pese a los antecedentes, pues de su fijación dependerá una parte significativa de su estrategia y la llegada de esos gigantes tecnológicos como Amazon o Dazn.
1,5 millones de clientes de Telefónica
Al otro lado se encuentra
Telefónica (
y, en menor medida, Orange). La operadora de telecomunicaciones
ha tenido la exclusividad del fútbol desde aquel 2015, cuando recompró los derechos a Mediapro para tenerlo todo.
Esto ha implicado que haya una oferta regulada de contenido, en base a unas reglas impuestas por el regulador, con una fórmula propuesta por la teleco que no ha allanado el camino a la entrada de otros rivales (Vodafone acabó saliendo por el elevado precio).
Esa exclusividad es la que está en juego. Y no es baladí, pues la penetración del fútbol en la cartera de clientes de televisión de la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete es muy significativa.
Óscar Mayo (LaLiga): "Se está corriendo el peligro de convertir LaLiga en un producto de nicho"
Según los propios números de la CNMC, contaba con
3,9 millones de abonados de su televisión de pago (Movistar+) a través de uno de los paquetes de Fusión. De ellos
algo menos de la mitad tendrían fútbol: se estima que superan los 1,5 millones. La pérdida de un porcentaje significativo de esta base afectaría de lleno a su negocio audiovisual que reporta, según datos aportados al regulador, algo más de 1.500 millones de euros anuales (una media de unos 33 euros al mes por cada cliente). Esto ya ha sido advertido por diversos analistas en los últimos meses. El riesgo de que la guinda de sus paquetes más caros (los que tienen este contenido premium están por encima de 100 euros) se trastoque está ahí, en un momento en el que el mercado de las telecomunicaciones en España
ha girado claramente hacia el ‘low cost’.
¿Acuerdos como salida?
La salida que existe está en los acuerdos con el resto de operadores, como sucediera en 2015 cuando recompró los derechos a Mediapro -pero esta vez sin exclusividad-. El propio Tebas lo apuntó esta semana. Defendió que al dividir los paquetes da opciones a otras compañías para que puedan acceder, incluidos gigantes como Amazon. “Todo esto produce conversaciones entre ellos”. Es decir, que tratan de pactar cesiones de derechos y reventas para así conseguir tener todos los partidos en su oferta. Sin embargo, estas alianzas estarían muy medidas y vigiladas por la CNMC en el caso de Telefónica, operador aún dominante en el mercado audiovisual con una cuota de mercado elevada.
Todos estos movimientos previos a la subasta se producen bajo la alargada sombra del fondo de capital riesgo CVC y
su acuerdo con La Liga. La gestora no va a introducir excesiva presión en esta subasta y así lo admitió en un encuentro con medios Juan Arbide, director general en España. No han tenido tiempo suficiente para ‘revolucionar’ más la oferta y así conseguir una mayor rentabilización. Su batalla importante estará en la siguiente, dentro de unos años. Ahora, Tebas y Telefónica se juegan mucho en esta contienda. El partido aún no ha empezado pero todos se miran de reojo.
Ingresos, exclusividad y plazos: lo que se juegan LaLiga y Telefónica en la TV (lainformacion.com)