Una porción principal de
la deuda de Telefónica, sin embargo, continúan siendo los
instrumentos de renta fija emitidos a lo largo de estos últimos años. Y en el caso de algunos de sus bonos híbridos perpetuos, estos cuentan con unos tenedores principales con un apetito comprobado por un terreno del
high yield que
Telefónica tiene cerca.
El fondo de inversión estadounidense
Blackrock, la gestora de activos
Candriam y el banco norteamericano
JP Morgan son algunos de los principales tenedores de bonos perpetuos emitidos por
Telefónica, que cuenta con una calificación BBB- por parte de
Standard & Poor's que sitúa sus bonos en el límite entre el grado de inversión y el grado especulativo.
La dependencia de Telefónica del mercado de deuda
Desde Bloomberg Intelligence, sin embargo, señalan que Telefónica confía en "un acceso constante a los mercados de deuda, con unos 4.000 millones de euros de refinanciación anual" que colocan a la compañía como "uno de los mayores usuarios del mercado de bonos corporativos-híbridos como medio para recortar su apalancamiento".
Incluyendo los bonos híbridos como parte de la deuda de la cotizada española, la casa de análisis eleva el tamaño de la deuda de Telefónica hasta los 56.600 millones de euros, "de los cuales 40.000 millones están en bonos".
El gran tamaño de este pasivo supone uno de los principales riesgos crediticios para Telefónica, lo que lleva a los analistas de Bloomberg a señalar que, pese a que la empresa dirigida por José María Álvarez-Pallete tiene fácil acceso al mercado primario y su liquidez es fuerte, Telefónica podría convertirse en uno de los mayores emisores de alto rendimiento de Europa si afrontara "cualquier otro contratiempo" en el corto plazo.
Los grandes inversores reparten su presencia en la deuda de Telefónica
El bono híbrido perpetuo XS1050461034 emitido en 2014 con un cupón del 5,875 por ciento, por ejemplo, vio cómo JP Morgan elevaba su participación en el activo de renta fija hasta el 4,78 por ciento del total en circulación.
En ese mismo bono, Blackrock redujo su participación hasta el 1,57 por ciento durante la última semana. El fondo de inversión, sin embargo, sigue siendo el mayor tenedor del bono XS1795406575 emitido en 2018 con un cupón del 3 por ciento, del que ostenta un 8,68 por ciento del total en circulación.
Ambas entidades financieras, de igual manera, son las principales tenedoras del bono XS1795406658 con un cupón del 3,875 por ciento, del que ostentan un 4,39 y un 4,03 por ciento, respectivamente.
En ese mismo bono tiene también presencia la gestora de activos canadiense, Candriam AM, que cuenta con un discreto 2,75 por ciento del total en circulación, y apuesta fuerte, en cambio, por el bono XS2410367747 emitido este 2021, del que controla un 4,77 por ciento, y en el que también tienen una fuerte presencia otros grandes inversores como Janus Henderson.
La perspectiva de futuro se mantiene estable
Respecto a la capacidad de Telefónica para mejorar su rating crediticio y alejarse del espectro especulativo, desde Bloomberg Intelligence señalan que la empresa "puede reducir su deuda a corto y medio plazo, pero no lo suficiente como para salir de su agujero de BBB-".
Según el informe de la casa de análisis, las presiones competitivas en Europa siguen siendo una amenaza y es probable que las medidas de retención de efectivo, incluidos los recortes en la remuneración a los accionistas, "sigan siendo necesarias para evitar que el apalancamiento aumente".
Por ello, apuntan que a pesar de que los diferenciales senior no ofrecen mucha compensación, los bonos híbridos -más afectados por la pandemia y que no se enfrentan al mismo precipicio de calificación- "pueden tener un potencial de ajuste a medida que se estabilizan los fundamentos".
Una perspectiva que parecen compartir los grandes inversores, que mantienen un control sólido de los instrumentos financieros de la empresa de telecomunicación española.