"No me gustaría ser el CEO de una telecom"
El sector de las telecomunicaciones ha sido uno de los que el equipo gestor de Magallanes ha puesto bajo la lupa de su análisis, pero encuentran más riesgos que oportunidades. Y únicamente tienen una posición desde hace tiempo en
Telecom Italia por tratarse de una historia de reestructuración. "Y por eso entramos, de manera excepcional", asevera Martín. Pero el entorno regulatorio hostil y la dificultad de crecimiento de unas empresas sometidas a una competencia enorme y unos gastos de inversión elevados les hace rehuir de estas compañías, a pesar de que están baratas.
"Es un negocio de infraestructuras, muy intensivo en inversión, en redes, centros de datos, servicios básicos de telefonía, con unas tarifas que si no están capadas oficialmente no las puedes subir porque tienes competidores que no necesariamente invierten, y bajan precios. Los márgenes se reducen drásticamente. Llevamos así diez años o veinte. De tal manera que el retorno sobre esas inversiones brutales es muy bajo, no cubre el coste de capital, que ahora es muy explícito, porque antes los tipos estaban en cero", explica Martín.
Existe un factor adicional. "Muchas de estas firmas tienen un balance estresado, al límite de su capacidad. Y si a esto le unes que son tradicionales pagadores de dividendos y mantienen ese compromiso de pago, estresan aún más el balance, y das un destino no apropiado a la mucha o poca generación de flujo de caja que obtienen, cuando sería mejor empleada para reducir la deuda, reinvertir y fortalecer el balance", señala Martín, lo que le lleva a afirmar que el plan de
Telefónica tiene "retos importantes para ser cumplido. No me gustaría ser el CEO de una telecom grande, porque te atacan por todos lados".
ivan martin de magallanes en el economista