En concreto, el Estado francés cuenta con casi el 23% del capital de Orange, como herencia de la antigua France Télécom, que cambió su nombre por el de Orange hace una década. Esta participación se reparte por dos vías. Por un lado está el Estado de manera directa y por otro lado BPIFrance, un banco público de inversión que sucedió a distintos fondos de participación del país vecino en empresas. La participación estatal en Orange tiene una valoración del entorno de los 6.400 millones de euros.
La situación es similar en Alemania. Deutsche Telekom, la principal compañía del país y que compite precisamente con Telefónica Deutschland, está participada por el Estado. Al igual que ocurre con Orange en Francia, Alemania participa en esta teleco por dos vías. Por un lado y de manera directa, el Estado tiene el 13,8% del capital del grupo. Por otro, el banco de desarrollo público KfW, que se financia con los presupuestos alemanes, cuenta con otro 16,6%. De este modo, el 30,4% de Deutsche Telekom tiene participación pública, valorada a precios de mercado en casi 33.000 millones de euros.