El Caribe oriental ha creado su propia forma de moneda digital con el objetivo de agilizar las transacciones y brindar servicio a personas que no tienen cuentas bancarias.
El Banco Central del Caribe Oriental dijo que su “DCash” es la primera moneda de su tipo basada en la cadena de bloques que es puesta en marcha por cualquiera de las uniones monetarias en el mundo, aunque algunos países individuales ya cuentan con sistemas similares.
La moneda digital estuvo disponible a partir del miércoles en cuatro naciones isleñas de acuerdo con un programa piloto de un año: Santa Lucía, Granada, Antigua y Barbuda, y San Cristóbal y Nieves.
“Es un hito en la historia de los instrumentos monetarios”, dijo el director general de Bitt, Brian Popelka, durante una conferencia de prensa en línea.
DCash fue creada por la compañía financiera tecnológica Bitt, con sede en Barbados, en sociedad con el banco central. A diferencia de las criptomonedas, DCash es emitida por un banco central oficial y tiene un valor fijo indizado al actual dólar del Caribe oriental que se utiliza en gran parte de la región.
El sistema permite a los usuarios, incluso a quienes carezcan de una cuenta bancaria pero posean un teléfono inteligente, descargar una aplicación y hacer pagos mediante un código QR. Quienes no tengan cuenta bancaria pueden acudir a un agente o una institución financiera no bancaria previamente autorizados para que se verifique su información a fin de aprobarles un monedero “DCash”. Posteriormente, la persona iría a un supermercado o alguna otra tienda para depositar dinero en efectivo a su monedero, explicó el portavoz de Bitt, Chris Burnett, a The Associated Press.
Además, existe un límite a la cantidad de dinero que se puede enviar a través de DCash. De momento no hay planes para integrar tarjetas de crédito y tampoco se aplica un interés a la moneda digital.
Aunque muchos en el Caribe oriental celebraron la histórica medida, a algunos expertos les preocupa que la moneda digital emitida por países pequeños pueda terminar siendo utilizada en actividades ilícitas, como financiamiento de acciones terroristas y lavado dinero, señaló Eswar Prasad, profesor de política comercial en la Universidad Cornell.
“Ese escepticismo está disminuyendo a medida que más bancos centrales se involucran y a medida que los bancos centrales de todo el mundo se enfrentan a la inevitable reducción del uso del dinero en efectivo”, apuntó.
Subrayó que Bahamas se convirtió el año pasado en el primer país en poner en marcha su moneda digital a nivel nacional, y que las Islas Marshall consideran tener su propia criptomoneda. Para los países más pequeños “hay más en juego” en parte debido a que muchas personas continúan sin tener una cuenta bancaria, agregó.
“Por esta razón me parece que los países pequeños están siendo más agresivos en este sentido, simplemente porque tienen que serlo”, señaló Prasad.
Las autoridades dijeron que a más tardar en septiembre la moneda digital estará disponible en Anguila, Dominica, Montserrat y San Vicente y las Granadinas, que forman parte de las ocho economías isleñas que integran al Banco Central del Caribe Oriental.
El proyecto tiene como objetivo reducir en un 50% en el uso de efectivo para el año 2025, dijo Sharmyn Powell, presidenta del grupo de trabajo de tecnología financiera del banco.
“Es más seguro, más rápido y más barato”, declaró Powell.
El gobernador del Banco Central, Timothy N.J. Antoine, dijo que contempla que agricultores, pescadores, dueños de pequeños negocios, madres solteras y personas sin cuentas bancarias utilicen la moneda digital.
“Los pagos siguen siendo demasiado lentos y demasiado costosos”, señaló Antoine en referencia al sistema actual. “Los hemos escuchado y les hemos cumplido”.
Según Antoine, es más difícil robar dinero digital y es una forma segura de hacer pagos y de evitar el contacto durante la pandemia.
Un dólar del Caribe oriental equivale actualmente a 37 centavos de dólar estadounidense. Todos los billetes del Caribe oriental, de cualquier denominación, tienen la imagen de la reina Isabel II de Inglaterra como jefa de la Mancomunidad de Naciones.
El proyecto tiene lugar más de dos meses después de que el Banco Central Europeo, el Banco de Japón, el Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra, el Riksbank de Suecia y el Banco Nacional Suizo crearon un grupo para estudiar la posibilidad de emitir monedas digitales.
El banco central sueco ya encargó un programa piloto. Por su parte, China puso en circulación una moneda digital en cuatro ciudades en abril de 2020 como parte de un programa piloto que desde entonces se ha ampliado a más de 20 ciudades.
Sin embargo, está por verse si la moneda digital del banco central es el futuro, señaló Lee Rainers, profesor de derecho y políticas de tecnología financiera en la Universidad de Duke.
“Abordo el asunto con cierto escepticismo porque esta tecnología existe desde hace más de 10 años, pero no ha despegado como un medio generalizado de intercambio”, apuntó.