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El miedo a criptocorralitos, como el de 2gether, expulsa al bitcoin de las plataformas
Las salidas de bitcoins de plataformas centralizadas marcan máximos históricos tras una serie de criptocorralitos, como el de la española 2gether
El bitcoin firmó su peor trimestre en 11 años después de perder un 59,08 por ciento entre el 1 de abril y el 30 de junio.
Y ante un desplome del criptomercado que hizo colapsar a grandes instituciones como Three Arrows o Celsius, los inversores huyeron de las plataformas centralizadas.
Así lo mostró esta semana el informe redactado por la firma de análisis de criptoactivos, Delphi Digital, que aseguraba que las salidas de bitcoins de las bolsas centralizadas alcanzaron sus máximos históricos durante el mes de junio.
"El 26 de junio vimos la mayor salida de bitcoins hasta el momento, con hasta 153.000 bitcoins, que tenían un valor aproximado de 3.200 millones de dólares, escabulléndose de los intercambios centralizados", apuntaba el informe de la firma de análisis.
La salida de bitcoins es la tónica habitual del último año
La gráfica preparada por Delphi Digital de entradas y salidas de bitcoins en plataformas centralizadas reflejaba que, de 2017 a mediados de 2020, las entradas en estos instrumentos de compraventa eran la tónica habitual.
Desde inicios de 2020 hasta hoy, sin embargo, las salidas de esta criptomoneda de los intercambios superaron con creces las entradas, con un fuerte aumento entre junio y julio de 2022.
"Presumiblemente, estas retiradas se llevaron a cabo para eliminar el riesgo de custodia, después de que múltiples corredores y prestamistas centralizados detuvieran las retiradas de clientes, y se declararan en quiebra", señalaban desde Delphi Digital.
Los inversores, por tanto, buscaron alternativas como las carteras frías, o la simple venta de sus activos, para poner a salvo sus ahorros, después de constatar que algunas instituciones no tenían liquidez para hacer frente a una caída del criptomercado que tiene origen tanto en la incertidumbre macroeconómica, como en la volatilidad propia de un sector afectado por la bancarrota del terra.
Una serie de cierres que hicieron saltar las alarmas
Seguir las migas de pan que propiciaron esta salida en masa de los bitcoins alojados en plataformas centralizadas no resulta muy difícil.
El récord de salidas se estableció el 26 de junio, y el día 12, la plataforma Celsius anunció que suspendía todas sus retiradas, canjes y transferencias, copando todos los titulares de la prensa financiera especializada en criptoactivos.
Tan solo un día después, el gigante digital, Binance, sufrió un percance similar, pero en este caso no lo atribuyó a una falta de liquidez, sino a un error tecnológico que fue rápidamente solucionado.
En Celsius, en cambio, la retirada de dinero seguía congelada un mes después de su anuncio inicial, hasta que la empresa optó por oficializar su quiebra el 14 de julio, y por el camino surgieron nuevos casos que hicieron saltar todas las alarmas dentro del criptomercado.
El 1 de julio, por ejemplo, la plataforma de criptoactivos, Voyager Digital, detuvo temporalmente todas las retiradas y la actividad comercial, antes de solicitar la protección por quiebra bajo el artículo 11 de la ley estadounidense de bancarrotas.
El colapso de Voyager Digital, se reveló posteriormente, vino causado por su exposición a las inversiones realizadas por Three Arrows Capital, el fondo de cobertura de criptomonedas con sede en Singapur que un tribunal de las Islas Vírgenes Británicas ordenó liquidar el 27 de junio de 2022, y que vio como un juez federal estadounidense congelaba sus activos restantes tras su caída.
El bitcoin encuentra soportes gracias a los holders
El bitcoin encuentra soportes gracias a los holders
A pesar de la tormenta creada dentro del criptomercado, y después de caer hasta un 53 por ciento desde principios de año, el bitcoin parecer encontrar un cierto soporte a su cotización en torno a los 19.000 euros.
La criptomoneda líder del mercado lleva moviéndose en torno a estos precios desde el pasado 16 de junio, y gran parte de culpa en esta relativa estabilización llegó por el apoyo de los inversores impasibles ante su declive, los holders que se resisten a abandonar el barco del bitcoin.
El bitcoin, por tanto, se deshizo de miles de inversores espantados ante su descenso, y huyó de plataformas centralizadas que no aseguraban su seguridad. Falta ver hacia dónde avanza tras el éxodo.
No importa lo fuerte que pegues, lo importante es mantenerse en pie.