Re: NPG Technology, S.A. (MAB)
Hola, compañero.
Como ha apuntado Gowie en varios de sus posts, ni es hora de lamentaciones ni de clásicos como... "se venía venir", "yo ya lo sabía", "era una muerte anunciada", etc...
Personalmente he visto venir muchas cosas (pero otras no), he decidido y acertado en bastantes ocasiones (pero en otras no), he ganado dinero en inversiones (pero en otras no). Cuando tu mente y tu conducta se salen de los criterios y normas básicas del buen inversor, te dejas engañar en un 45%, te engañas a ti mismo en otro 35% y el 20% restante lo confías a la suerte, al destino, a la confianza en los congéneres y a este sistema tan perverso y opaco...
A nivel empresarial es exactamente lo mismo que ha buscado el ínclito Cosío, un pelotazo; salvo que se demuestre su huída hacia adelante desde la salida al Mab a través de una premeditada y estudiada estafa a los accionistas (las Instituciones y las Entidades Financieras libran, las primeras porque no juegan con sus dineros y las segundas porque te enganchan de los huevetes), tengo ganas de verlo. En otros tiempos, con otra edad y situación y con la potencia de mi inversión y la de mi entorno me habría personado en Colima (fijo), pero me quedé en casita esperando dar otro pelotazo y esta vez no pudo ser.
Como a un amigo y sentados en la barra del bar tomando unas cañas te digo que hagas caso de lo que apuntan Tornero y Arousan y des por perdida tu inversión en NPG. No tenemos datos y las cuentas están sin publicar pero "a priori" esa deuda parece desmedida, insoportable, injustificable e innegociable (o no) y determinará la viabilidad de esta empresita. Es cierto que jueces y administradores han salvado y pueden salvar a empresas en concurso y evitar la suspensión y liquidación, aunque sólo de pensarlo me tiemblan las piernas.
En los milagros no creo pero en la estadística, sí. Toca aparcar el abatimiento y la desesperación (el culebrón-licitación ha sido de traca) y esperar sin más a que se vayan desarrollando los acontecimientos.
Ánimo a todos!.
Un abrazo, Betel.