Facephi o la lucha por la supervivencia
Pase lo que pase con Facephi en un futuro, sus gestores han demostrado que con esfuerzo, perseverancia y mucho “marketing” se puede "incubar" una empresa naciente. Lo digo porque tal como se nos presentaba Facephi en su salida a Bolsa en julio de 2014 (en aquel momento sin clientes, sin recursos y con un producto de medianía), parecía que la entidad no tenía futuro en un mercado tan competitivo como el del reconocimiento facial. Así lo daba a entender el autor del siguiente post:
En este informe (fechado en julio de 2014) se transmite una imagen “algo” deficiente de Facephi, señalándola como de valorización media-baja entre sus competidores en el mismo “nicho de mercado”. El artículo hace hincapié en la endeblez de Facephi y en la audacia (o temeridad, quien sabe) de sus propietarios por mal-colocarla en Bolsa. El post es largo, pero voy a intentar resumirlo.
Los principales puntos débiles que el autor de estas páginas detectó en Facephi en aquella época fueron:
1.- La calidad de sus algoritmos
Facephi no se ha presentado nunca a realizar determinados test (sobre todo el llamado test de NIST) a su algoritmo de reconocimiento facial para compararse objetivamente contra sus competidores potenciales.
2. – El grado de aciertos
En las pruebas piloto realizadas se ha visto que su precisión (a nivel de falsos rechazos y falsas aceptaciones) NO es la de “empresas competidoras de élite” como pueden ser: Congitec, Safron y NEC
3.- La relación calidad/precio del producto
El producto es “aceptable” a nivel de rapidez y eficacia. Sin embargo, la percepción global que se tiene de él es de “indiferencia” por ser más caro que los sistemas de reconocimiento facial que están a nivel medio en el test de NIST.
4.- Su posicionamiento en el mercado.
Facephi no tiene clientes importantes (estamos en 2014) en un mercado hipercompetitivo. La biometría facial NO es un mercado fácil.
5.- El precio del producto.
El “low-cost” del que alardean en Facephi no es una ventaja competitiva. Hay muchas empresas que ofrecen un producto igual o con características similares a precios más asequibles. Nada diferencia a este software de reconocimiento facial de otros que hay en el mercado.
Con todo este bagaje, nadie hubiera dicho que esta empresa tuviera futuro, pero a pesar de todos estos inconvenientes después de cinco años y contra todo pronóstico inicial, Facephi ha sobrevivido, está creciendo, ha obtenido financiación de la suiza Nice&Green, tiene clientes de importancia (Caixabank, ICBC,HSBC), es seguida por analistas, y está asaltando otros “nichos de mercado” aparte del Financiero, (concretamente el Swiss Medical Group, un conglomerado argentino de salud y seguros, ha contratado a Facephi para implantar el sistema de “altas digitales”: lo del “on boarding” digital) y otras “zonas geográficas” aparte de Sudamérica.
Haber sobrevivido tanto tiempo en unas condiciones tan precarias (producto intangible, escasa financiación, poca representación) en un mercado tan difícil como el de la biometría facial tiene su mérito. Si alguien, en 2014, me hubiera asegurado que en 5 años la empresa facturaría 8 millones en estas circunstancias tan limitadas no me lo hubiera creído. Pero así ha sido. Y tiene su valía aunque se haya logrado exagerando sobre la calidad del producto, sobre el número de futuros clientes, o sobre la situación financiera de la empresa (las cuentas a cobrar se acercan al año y podrían esconder algún que otro impagado no provisionado)
Quizá la empresa valía cero en 2014 y quizá ahora siga valiendo cero tal como aseguran algunos analistas:
sin embargo, es indiscutible que los gestores de Facephi han sabido venderse muy bien. “Algo” de valor habrán creado para la empresa. Han tardado pero están consiguiendo crecer. Sólo les faltaría lograr ser opados por algún gigante del sector. Y como siga así habría que apostar por ella, pero no a los actuales cambios. Su precio objetivo estaría en los tres euros, equivalente a un PER-2020=20,5 si nos basamos en las estimaciones de Lighthouse, que calificaría de “optimistas”.
Según el “avance de resultados” la cifra de negocio-2019 ha coincidido con las estimaciones de Lighthouse. No así el EBITDA que ha quedado muy por encima de lo previsto (3,11 millones vs. 1,6 millones de Lighthouse). Si la cifra de negocio aumenta un 83% hasta los 8,2 millones (esperemos que se cobren) y los gastos solo lo hacen en un 54% (que seguramente ya deben de estar pagados) es evidente que el EBITDA ha de mejorar y muchísimo (concretamente un 143% hasta 3,11 millones). Este efecto no es otra cosa que el “apalancamiento operativo”.
Un dato también muy positivo es que el 58% de los ingresos de licenciamiento es recurrente, es decir corresponden a “Renovación de licencias”. Y el 42% es no-recurrente: son ingresos por Nuevas Licencias. Obviamente cuanta más recurrencia haya más asegurados estarán los ingresos y se tendrá mucha más visibilidad de los mismos.
A pesar de todo, considero que este “avance” deja mucho que desear pues no informan ni del Bº Neto, ni de la deuda (sobre todo la de corto plazo), cash-flow o tesorería. Lo que es casi evidente es que el Bº Neto-2019 superará las previsiones de Lighthouse. Lo más probable es que se sitúe entorno los 2 millones equivalente a un PER de 20 a 3 euros la acción, por esta razón éste sería un buen precio de entrada cuando las aguas volvieran a su cauce y se confirmara este optimismo una vez se publiquen la totalidad de la Cuenta de Resultados, el Balance de Situación y el Cash-Flow. La impresión que tengo tras el análisis de estos resultados es que informan solo de las “grandezas”, pero no de las “servidumbres”. Es imposible que todo les salga de sobresaliente. Algún “fallo” tendrán.
He de precisar que no tengo acciones de Facephi, porque considero que a los precios actuales se corre mucho riesgo. Hay que ser temerosos cuando todos son codiciosos. Cualquier noticia levemente negativa (caída de las Renovaciones de Licencia, un “profit warning”, un revés en cualquiera de sus proyectos, contratiempos en su estrategia de desarrollo comercial en la zona APAC (Asia-Pacífico), ralentización de ventas en el mercado latinoamericano, aparición de nuevos competidores y productos en su “nicho de mercado”, sospechas de impagados, eclosión de tecnologías disruptivas que dejen al producto anticuado, etc.) podría hundir su precio en Bolsa, por estar “hinchada” su cotización, a pesar de las buenas cifras de este “avance”.