pues es una gran verdad. Cada uno es dueño de su destino.
En cuanto a catástrofe, no es la mía, desde luego. Sé dónde invierto y, sobre todo, qué porcentaje de mi patrimonio.
Si alguien mete el 60% de su patrimonio en una empresa pequeña empresa del MAB, desde luego está loco y no es esa locura la que defiendo, sino la cordura a la hora de invertir y no dejarse llevar por euforias ni por pánicos.
Y tanto pienso atacar una cosa como la otra. Ni la euforia de hace poco, ni el pánico de ayer. La vida continúa y en España se van a continuar haciendo negocios y van a seguir existiendo pequeñas Pymes con posibilidades, igual que otras se estrellarán. Forma parte de la vida (y de la muerte).