¿Qué le pasa a una acción cuando fallece su CEO?
Un estudio realizado por Bang Dang Nguyen y KAsper Meiner Nielsen explica la relación de la cotización de una empresa cuando fallece su CEO de forma inesperada. El estudio se titula «Are executives paid for their contribuions to firm value?
Y hay un apartado en el que hablan sobre cómo afecta la muerte inesperada a la cotización. El estudio es algo corto, pero parece que tiene un buen ajuste estadístico, que es importante tener en cuenta, la conclusión se basa en el sesgo de la cotización respecto al mercado teniendo en cuenta su beta (su covarianza con el mercado) es decir, que si de normal una cotización varía más que el mercado,
¿Cuánto varía más de lo normal si fallece el CEO?
En el estudio se centran en que sea muerte natural, ataque al corazón, derrame cerebral o también accidentes y muertes traumáticas. Excluyen suicidios por la posible relación que tenga la situación de la empresa.
De los 520 casos analizados, 149 son muertes inesperadas. Los casos más comunes por muerte inesperada son por ataque al corazón (72), accidentes (25) y derrames (10), de los 42 casos restantes se desconocen las causas.
Reacción de la cotización a muertes inesperadas de los CEO o ejecutivos
Los autores calculan el comportamiento de la cotización los días después de conocer el fallecimiento. Para calcular el comportamiento de la cotización asumen un modelo donde estiman la beta para tener en cuenta el comportamiento habitual de la empresa respecto al mercado. Para ello utilizan el «Single-index model».
Las conclusiones que obtienen es que en promedio se producen un pequeño ajuste negativo en la cotización asociado a la pérdida inesperada de algún ejecutivo, concretamente la reacción negativa dura hasta que se conoce públicamente el hecho, este hecho suele durar 2 días.
También han observado en el estudio que la cotización en promedio se comporta de forma positiva el segundo y tercer día a partir que el consejo de administración nombra al nuevo CEO o ejecutivo.
Resultados
Los resultados numéricos obtenidos en el estudio muestran que el día en el que fallece el CEO la cotización tiene un sesgo negativo medio del -0,74% respecto al mercado, teniendo en cuenta el ajuste por la beta. La media muestra un sesgo negativo también del -0,43%.
El día siguiente el sesgo sigue siendo negativo con un -0,32% y el tercer día hay un sesgo positivo del 0,42%. Este sesgo coincidiría con el nombramiento del nuevo CEO que suele tardar dos o tres días.
Me parece interesante más que la conclusión el método estadístico que utilizan, por mi desconocido, tanto el modelo como algunos test como la Z de Patell que no había visto hasta ahora. También me interesa ver cómo ajustan la variaciónd el precio desgranando lo que es el comportamiento "normal" caracterizado por su beta y qué componente del movimiento forma parte de un evento inusual.
Es curioso.