El beneficio neto de BMW de abril a junio ha sido de 4.790 millones de euros, cifra que contrasta con las pérdidas de 212 millones registradas en el mismo periodo del año anterior.
La facturación de la germana en el periodo se ha situado en los 28.580 millones desde los 19.970 millones anteriores. BMW espera que la tendencia siga siendo positiva en lo que resta de año, pero ha advertido de los efectos que seguirá teniendo la sequía de semiconductores y el alto precio de las materias primas en el segundo semestre.
"Esperamos que las restricciones a la producción se mantengan en la segunda mitad del año y, por tanto, acabe impactando en los volúmenes de ventas", ha reconocido su director financiero, Nicolas Peter.
Cabe recordar que tanto BMW como Daimler paralizaron recientemente su producción precisamente por la crisis de semiconductores. En concreto, el parón anunciado a finales de julio afectó a varias fábricas de ambas compañías situadas en Alemania y Hungría.