En cierto modo me hacen gracia los sesudos análisis que se han podido leer y escuchar durante estos días. Ojo, no por la falta de rigurosidad de algunos, que me han parecido extremadamente interesantes, sino porque todos ellos partían de la errónea base de creer en la eficiencia del mercado y que los planes del degenerado hijoputa que está desgobernando USA tenían una sólida línea de actuación, aunque probablemente equivocada.
Sin embargo, se ha podido comprobar una vez más, COMO NO SE PODÍA ESPERAR OTRA COSA DE UN DELINCUENTE COMO EL ACTUAL PRESIDENTE NORTEAMERICANO, que ha manipulado sus declaraciones dejando al casino más gansteril en un juego de aficionados.
Este sinvergüenza, si hubiera una SEC en condiciones y unos tribunales que no fueran una banda de forajidos corruptos, debería de acabar en la cárcel por esto. Aunque, pensándolo bien debería, YA DEBERÍA estar apoltronado en un jergón del trullo desde hace bastante tiempo, puesto que este perturbado narcisista, que cambia de opinión como yo cambio de gayumbos, seguro que, antes de cambiar casualmente su última ocurrencia de ponerle aranceles a todo el mundo, ya tenía preparada la jugada a sus allegados de lo que iba a ocurrir después.