Pero a lo que me refería inicialmente en mi comentario es que la fiscalidad en España se está declarando ilegal, aparte de que ya sea confiscatoria.
Está claro para cualquiera con sentido común que no se puede pagar por una plusvalía que no se tiene, pero en España se ha estado cobrando.
También está claro que hacienda no puede inventarse los valores de los bienes inmuebles que se transmiten y girar a todo el que compra una paralela de comprobación de valor, y una liquidación extra de impuestos. Pues esto se lleva unos años haciendo de forma indiscriminada, y se sigue haciendo. Estas paralelas le llegan a un % muy alto de la gente que compra un bien inmueble.
Es decir, ya no hablamos de impuestos confiscatorios (= impuestos demasiado altos), sino de impuestos ilegales, de una administración que se aprovecha de su poder y de su posición de superioridad para intentar colar un impuesto que no existe y que no es real, sino que se inventan por mero afán recaudatorio.
Todo esto atenta contra la seguridad jurídica. Si alguien piensa en comprar un piso ya tiene que contar con la paralela de hacienda, aparte de con los impuestos altísimos que ya existen. Si alguien vendía un piso, tenía que contar con la plusvalía estimada que realmente no se producía.
Lo mismo pasa en el mercado hipotecario: si no hay una regulación y primero se imponen unas cláusulas suelo y luego se declaran nulas y se aplica la retroactividad (y tienen que devolver lo cobrado de más) la gente se enfrenta a una inseguridad total cuando pide una hipoteca.
Así es normal que a muchos se les quiten las ganas de mover dinero, de hacer nada en absoluto, porque si a los riesgos normales que tiene invertir le sumas una inseguridad jurídica bestial y una administración chantajista, pues ya apaga y vámonos.
Otro tema ha sido el de las cuentas en el extranjero, y los bestiales recargos que aplicaba hacienda por no declarar esas cuentas, que han sido declarados ilegales recientemente por la UE. Aquí, para redondear el tema, tenemos gente que por un lado ha sido multada por tener unos ahorros fuera y no declararlos, y luego gente que ha sido exonerada incluso de sus obligaciones fiscales más básicas y que ha podido traerse millones de euros sin declarar de Suiza acogiéndose a una amnistía fiscal. Es decir, incluso para personas que han tributado por un dinero y lo tienen en el extranjero hay más inseguridad que para quien no tributó por él y lo tenía en Suiza.