Los grandes 'hedge funds', los productos más exclusivos del mundo de la inversión solo al alcance de las grandes fortunas y que pagan millonadas a sus gestores, no están teniendo su año. La mayoría registra pérdidas en los siete primeros meses del año o, si obtienen ganancias, estas son mínimas. Este pobre comportamiento choca con el de unas bolsas que suben más del 10% en EEUU y algunos países europeos (como España), y se explica porque las estrategias que siguen estos gestores estrella no han funcionado en este entorno. Y cuestiona las altísimas comisiones que cobran a los inversores.
La estructura habitual en estos productos es la denominada 2/20: un 2% sobre el patrimonio gestionado y un 20% sobre la rentabilidad obtenida cada año, unas cifras muy superiores a las de los fondos de inversión normales —aunque también mucho más alineadas con el dinero que ganan los inversores—. Estas tarifas tan elevadas explican las altas fortunas que acumulan los gestores estrella de este mundo (como retrata la serie 'Billions'). Unas fortunas que no van a crecer este año, salvo que las cosas mejoren mucho en lo que resta de ejercicio.
Damian Lewis, que hace el papel de un gestor de 'hedge funds', y Paul Giamatti en 'Billions'.
Así, el Pure Alpha II, el fondo estrella de Bridgewater Associates, la mayor gestora de 'hedge funds' del mundo con unos activos de 160.000 millones de dólares, acumula una caída del 2,8% después de comisiones, y otros productos de esta firma pierden hasta el 7%. Peor es el desempeño de otros fondos de gestoras conocidas, como el Tactical Trend Capped Beta de Graham Capital (firma que gestiona 14.400 millones), que pierde el 15,4%, o el Black Diamond Thematic de Carlson Capital (10.000 millones de patrimonio), que baja el 14,2%. Más del 5% se dejan también el Absolute Return Macro de Two Sigma (30.400 millones gestionados), el Caxton Global Limited de Caxton (8.000 millones), el Black Diamond Energy de Carlson o el Absolute Return de Graham.
Estas pérdidas contrastan vivamente con el buen ejercicio que está viviendo la renta variable mundial: en EEUU, el Dow Jones y el Nasdaq están en zona de máximos históricos con alzas superiores al 10% y al 16%, respectivamente. En Europa, el Ibex gana el 11,67% y el índice de Milán le bate con un 13,28%. Otros mercados tienen rendimientos más modestos pero en todo caso superiores al 5%: París, Fráncfort y el índice europeo EuroStoxx 50. En Asia, el Hang Seng de Hong Kong se va hasta el 24,3%, mientras que el Nikkei japonés se anota un reducido 3%.
¿Por qué lo están haciendo tan mal?
¿Cómo se explica esta diferencia de comportamiento? Pues porque, precisamente, los 'hedge funds' buscan estrategias no correlacionadas con los índices. Replicar un índice es lo más fácil en el mundo de la gestión: el fondo gana lo mismo si sube y pierde lo mismo si baja. Pero los inversores en estos vehículos suelen querer ganar siempre, haga lo que haga el mercado; es lo que se conoce como retorno absoluto. Esto se consigue con una serie de estrategias de inversión que suelen cubrir las posiciones con derivados o mezclar posiciones bajistas con las alcistas, por ejemplo. De esta forma, consiguen ganar —o al menos no perder— cuando las bolsas bajan. Pero cuando suben, lo habitual es que ganen menos porque estas coberturas tienen un coste que reduce la rentabilidad.
El crecimiento masivo de los ETF y fondos pasivos está provocando un desplome de las comisiones de los fondos, que a su vez debe traducirse en una caída de las remuneraciones
Pero, aun así, la diferencia de rentabilidad de este año es excepcional. Y sorprende también que sea algo generalizado en estas megafirmas; es decir, no se trata de las apuestas fallidas de algún gestor aislado.
Algunos expertos lo achacan a la caída de la volatilidad que ha acompañado a la escalada de las bolsas; a estas estrategias les favorecen los grandes vaivenes, mientras que las subidas constantes reducen sus beneficios.