Los inversores del mercado del petróleo reaccionan con nuevas ventas a las pistas que van recibiendo sobre el impacto del coronavirus en la demanda de crudo. La mayor petrolera china reducirá en 600.000 barriles diarios su actividad de refino en febrero para ajustarse a la demanda. El barril de Brent se desinfla ya a mínimos de enero de 2019.
Poco a poco los analistas van uniendo piezas del puzzle para elaborar una estimación mucho más aproximada del impacto real en la demanda de petróleo de las medidas extraordinarias adoptadas por el coronavirus. Las restricciones sin precedentes al transporte y la prolongación del cierre de la actividad de industrias y servicios tras la festividad del nuevo año lunar tendrán un impacto significativo en la economía.
A finales de la semana pasada, los analistas de JPMorgan revisaron tres décimas a la baja su previsión de crecimiento económico mundial en el primer trimestre del año al reflejar las consecuencias provocadas por la epidemia.
Una pista mucho más concluyente, y oficial, sobre el impacto del coronavirus en el mercado del petróleo la ha dado hoy la mayor petrolera china. Sinopec. La compañía estatal ha avanzado que durante el mes de febrero, con el fin de ajustarse a la caída de la demanda, reducirá un 12% su actividad de refino. Este descenso supone disminuir su producción en cerca de 600.000 barriles diarios.
El impacto del coronavirus en la demanda de China, el mayor importador mundial de petróleo, ha acelerado las caídas en el precio del crudo en las últimas semanas. El barril de Brent se desinfla hoy hasta registrar mínimos en 55 dólares, sus cotas más bajas en más de un año, desde enero de 2019.
El nuevo goteo bajista en su cotización eleva al
20% el desplome que acumula el barril de Brent en menos de un mes, desde que a comienzos de enero, en medio de la creciente tensión bélica entre EEUU e Irán,
superara la barrera de los 70 dólares.
El barril tipo West Texas, de referencia en EEUU, también acumula un correctivo superior al 20% en menos de un mes. En la sesión de hoy su precio pone en peligro incluso el nivel de los 51 dólares, frente a los más de 65 dólares que alcanzó a comienzos de enero.