Santander
El rebote desde los mínimos de marzo y tras un desplome del 50% está siendo muy tímido. Lo que en sí denota una clara debilidad de fondo en la estructura de precios de la entidad cántabra.
En general la banca europea sigue muy tocada, bastante más que la medida del mercado. Prueba de ello es que para corregir/ajustar proporcionalmente un 38,2% de toda la caída previa el precio debería dirigirse a la zona de resistencia de los 2,70 euros. Niveles de precio muy alejados de los actuales. Pero el peligro con el que nos podemos encontrar es que, además de la debilidad intrínseca de este título, el precio se encuentra construyendo máximos decrecientes y mínimos crecientes. O lo que es lo mismo, está triangulando. Y es que la experiencia nos dice que cuando después de una violenta caída tenemos un triángulo, este suele ser de continuidad de tendencia, o sea, bajista. Al fin y al cabo puede que esté tratando de dar forma a un 'banderín' de continuidad de tendencia a la baja. Lo que tendría nuevas e importantes implicaciones bajistas de cara a las próximas semanas/meses. Por lo tanto, mucho cuidado con este título y en líneas generales con todo el sector financiero.