He leído tantas veces este tipo de discurso... Que me entra un sueño del copón.
Lo utiliza la derecha cuando gobierna la izquierda, la izquierda cuando lo hace la derecha y cómo buen principio filosófico, es aplicable a todo.
Ser negacionista, negativista o ambas, al igual que sus antónimos, son opciones válidas. Ahora bien, en un mundo que a nivel educacional está más avanzado que nunca, las teorías conspiranoicas de engaño masivo de la sociedad, adulteración, etc. No aportan nada, al menos esa es mi opinión.
Decirme un período de la historia de la humanidad donde el común de los mortales tuviese más posibilidades y la capacidades de discernir buena parte de lo que sucede (buena parte no es TODO). No existe, si hasta no hace tanto nos atemorizaban con represalias divinas y promesas en vidas futuras.
Venir aquí y soltar un discurso en el que el periodista de turno engaña masivamente a la sociedad, cuando una parte significativa de la misma supera al primero intelectualmente, es cuanto menos curioso.
Pero oye... para gustos colores, total... En la primera potencia mundial todavía se estudia el creacionismo, si ellos pueden, tu también.
Saludos!