Buenas tardes.
Esta tarde vence el contrato de opciones de oro en el Comex del vencimiento de agosto y podemos tener una desagradable sorpresa.
No será porque el oro no venga avisando por activa y pasiva de que su precio está sometido a muchísimas presiones. Hasta ahora, los grandes compradores en el Comex eran los Bancos Centrales y el resto eran arbitrajistas que se ganaban su pan con los diferenciales entre el precio de contado en Londres y el precio del futuro con vencimiento más cercano en la bolsa de futuros de metales preciosos de Nueva York.
Tan solo debían mantener sus posiciones hasta el vencimiento del contrato de futuros, porque al vencimiento el precio del contrato de futuros acababa convergiendo con el precio del contado en Londres.
Pero algo increíble pasó el 23 de marzo de este año. En el vencimiento de abril se colaron miles de contratos de opciones que no se cerraron porque querían recibir el oro físico, un oro físico del que se dudaba que existiese en tal cantidad en las cámaras del Comex.
El resultado de esa desconfianza se tradujo en una rotura de las reglas no escritas con las que se funcionaba hasta entonces: los spreads se abrieron llegando prácticamente a casi los 30 dólares y desde entonces todavía no hemos vuelto a la normalidad.
¿Y por qué ocurre esto?
Porque ahora no solo están los Bancos Centrales comprando oro, sino que precisamente por sus políticas monetarias explosivamente expansivas han despertado el interés del oro del dinero de los inversores y la demanda por este metal de los Dioses se ha multiplicado de manera extraordinaria.
Tal y como podemos ver en el gráfico anterior, se entregaron más de 170 toneladas de oro físico en el pasado vencimiento de junio. Una cantidad que para entender de su importancia basta compararla con las entregas realizadas cuando hace 9 años el oro marcaba sus anteriores máximos históricos en septiembre de 2011.
¿Y ahora qué?
Ahora está en boca de todos y comienza a tener un estado de sobrecompra del cual necesitará salir con alguna corrección que dure más allá de 30 o 40 dólares y que se extienda a un par de semanas. Pero realmente, no tengo la capacidad de saber cuándo comenzará esa corrección.
Lo que sí que sé es que será una corrección para aprovecharla con más compras porque las actuales medidas monetarias expansivas de los Bancos Centrales van a seguir y no precisamente con las herramientas convencionales sino con actuaciones mucho más agresivas.
Por todo ello, más vale que cambie su modo de ver el oro como un activo financiero más que su bróker le ofrece para operar y hágase con oro físico con compras de manera recurrente y con visión largo placista.
La primera ya mismo, ayer se construyó una zona de soportes para el corto plazo en torno a los 1.930 dólares la onza y esta misma madrugada ha sido testeada con éxito. Deje otro cuarto para cuando este soporte ceda y acabamos viendo el oro en los 1.880 dólares y el resto por si la corrección acaba llevando el precio de la onza de oro a los 1.700 dólares.
A partir de entonces, vaya comprando regularmente pequeñas cantidades ante cada corrección que vea.
Asesórese para valorar de qué maneras puede hacerse con oro físico: compra por ventanilla en mayoristas, vía ETF y ETN cotizados en distintas bolsas o a través de cooperativas de compra conjunta de oro, pero olvide hacerlo vía oro papel y cubrir el riesgo divisa para evitar problemas desagradables.
@Eduardo Bolinches.
Un saludo!