Salu2 Sr. Enverto.
Antes de nada, quisiera agradecer sus consejos desinteresados.
Indicar que mi manera de operar es muy anárquica, como cualquiera puede observar.
Siempre que he operado de una manera disciplinada y académica, con entradas milimétricas y stops ajustados, me han barrido y he perdido, poca cantidad, pero muchas veces repetidas, lo que al final multiplicado me ha resultado muy caro.
Por el contrario, a mi vulgar manera de proceder he alternado ganancias con pérdidas, pero hasta el momento con saldo positivo.
Desde luego, el conocimiento del mercado y experiencia que algunos foreros cualificados como Vd., o el estimado Sr. Chang, entre otros muchos a quienes pido disculpas por dejar de nombrar, resulta fundamental para operar con cierta garantía.
Este humilde servidor carece de las aptitudes descritas, y verdaderamente sigo con interés sus exposiciones.
Aparte de esa capacitación me diferencio de algunos (como el estimado Sr. Chang, al que le pido disculpas anticipadas por nombrarle, y haciéndolo siempre desde la admiración que le dispenso), de la finalidad de la operativa.
Para muchos de Vds. no vale sólo con ganar “pipos”, sino con acertar con el análisis previo. Esta es su verdadera pasión, el culmen de su conocimiento.
Al contrario, mi operar resulta más pragmático, solo quiero ganar, mi culmen no es la sabiduría, sino los pipos que me pueda llevar.
Y creo que sé el lugar que me corresponde. Para mí el mercado es como un gran bisonte del que todos quieren comer.
Y así porfían por la carne un buen número de criaturas.
Yo me siento como un simple coyote, me alimento de las sobras que deja una manada de lobos grises hambrientos tras un gran festín.
Muchas veces me llevo una tarascada de aquellos cánidos, que de esta manera me recuerdan el lugar que me corresponde en la cadena alimenticia.
Entonces estoy obligado a ahuyentarme con el rabo entre las piernas, pero necesito comer y regreso a rebañar un trozo de carroña.
Cada bocado de carne putrefacta me sabe a gloria, aunque me gustaría probar un buen solomillo de venado, carne reservada a los grandes depredadores.
Quizás el día que la pruebe, y extasiado por su delicioso sabor, me sorprenda descuidado un gran puma y me despedace casi sin darme cuenta.
Por eso procuro estar atento a lo que se mueve alrededor, (foreros buitres que pululan por el cielo de rankia, lobos de Alaska con piel de cordero, medios de comunicación que actúan como parásitos infecciosos, etc.).
Y aquí sigo, tratando de sobrevivir en este mundo salvaje, pero a la vez maravilloso.
Buen día