Aliseda, inmobiliaria en la que Santander y Blackstone agrupan activos procedentes de la cartera dañada de Popular, engordó sus pérdidas el pasado año. La empresa sumó 463 millones de euros de números rojos, lo que supuso un 44% más de perdidas que las que ya sufrió en 2019, según se recogen en las cuentas recientemente presentadas en el Registro Mercantil.
Esta inmobiliaria vio dañadas sus cuentas por unos menores ingresos y por los deterioros en el valor de sus diversos activos. En concreto, la cifra de negocio se redujo un 13,5%, hasta los 460,7 millones. “La caída se ha debido fundamentalmente al aumento de las provisiones necesarias para cubrir el deterioro de inmuebles y participaciones en empresas del grupo”, se apunta sobre las pérdidas en el documento.
Esta sociedad recoge propiedades procedentes de Popular. Su accionista único es Project Quasar Investments 2017, la joint venture conjunta de Santander y de Blackstone en la que agrupó esos activos tóxicos procedentes de la extinta entidad financiera. En ese acuerdo, el fondo estadounidense se hizo con el 51% de la cartera y el resto quedó en manos del banco presidido por Ana Botín. El fondo desembolsó alrededor de 5.000 millones por esa participación.
Aliseda S. A. agrupa parte de esos activos, que a su vez están gestionados por el servicer Aliseda Servicios de Gestión Inmobiliaria.
La compañía realizó en 2020 una nueva valoración de sus activos, que “tiene en consideración los impactos derivados del Covid-19”, se apunta en las cuentas, por los que la firma registró deterioros “significativos en su valor”. La cartera de Aliseda, principalmente de tipo residencial, asciende a 1.998 millones en inversiones y existencias y a 614 millones en participaciones de empresas del grupo.
Precisamente, en las cuentas especifica que una de esas participaciones, el 3,95% de Metrovacesa (según se recoge en los registros de la CNMV), está disponible para la venta.
En las inversiones inmobiliarias (cartera de propiedades destinada al alquiler) recoge concretamente 15,6 millones de deterioros. Estas propiedades disponen de un valor de 511,5 millones y están situadas en toda la geografía nacional, aunque con un importante peso en Andalucía (324,8 millones). Este negocio produjo 15,5 millones en ingresos.
En el caso de las existencias (fundamentalmente terrenos, producto en curso y terminado) suma un valor de 1.486 millones, al que aplica un deterioro de 132,8 millones. Este negocio, el principal de la inmobiliaria, aportó 445,2 millones en ingresos gracias a las ventas de este tipo de propiedades.
La empresa da de baja 88 millones de activos por impuesto diferido, por lo que el auditor, Deloitte, recoge salvedades en la auditoría en relación a la reevaluación de la recuperabilidad de esos activos, debido a los posibles efectos sobre la comparabilidad entre los datos del periodo actual y los del anterior.