Los presupuestos de Sánchez sólo gastan 1 de cada 10 euros en sanidad y educación
El Gobierno
no deja de subir impuestos. "¡
Bajar impuestos es antipolítico!" "¡Bajar impuestos es irresponsable!" Dicen desde el Gobierno su presidente, sus ministros y, sobre todo, su ministra de Hacienda, María Jesús Montero. El argumento es tan sencillo como falaz: si recortamos impuestos no habrá para pagar la sanidad y la educación. Bien, este argumento es mentiroso y falaz.
Si atendemos al proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2023 que ha presentado el Ejecutivo, los más expansivos en gasto de la historia, vemos que de los 583.543 millones de euros que prevé gastarse el Gobierno en 2023, en Sanidad y Educación se van algo más de 61.000 millones (12.000 en presupuesto directo y 49.000 de lo transferido a las CCAA). Es decir, 61.000 millones de 580.000 millones de gasto público total, apenas un 10%. Si contamos el gasto público no financiero, 450.000 millones (eliminando las obligaciones financieras) estaríamos hablando de algo más del 13%.
Si consideramos capital también la partida de pensiones (190.000 millones) resulta que en sanidad, educación y pensiones se van 251.000 millones de 583.543 millones, para ser exactos. Es decir, que todavía hay 332.543 millones de euros de gasto público de margen para rebajar impuestos sin tocar educación, sanidad o pensiones.
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