Hace muchos años que no estamos en una economía capitalista. Esto es puro comunismo, a nivel mundial, y sólo viven los miembros de la Nomenklatura.. a nuestra costa, claro está.
Resulta que es muuuuuy difícil conseguir una integración bancaria europea.. también es muuuy difícil firmar un papelote para que todas las empresas paguen sus impuestos, sin poder defraudar ni un céntimo a hacienda.
Todo ello partiendo de que hacienda grava impositivamente situaciones de hecho, es decir, que cuando aprueba una norma automáticamente sabe cuántos impuestos va a recaudar. La norma sencillamente entra en vigor y no hay "cintura" de ningún tipo para esquivarla o evadirla, porque grava UNA SITUACIÓN DE HECHO!
Por eso en el fondo la evasión fiscal sería IMPOSIBLE si hubiera un poquiiiitoo.. un mínimo de voluntad política para que, por ejemplo, los ricachones de las Big Tech paguen.
Y sin embargo pasa todo lo contrario. A usted y a mí, independientemente de lo que ganemos, nos llaman "ricachones" y nos funden a impuestos. Además nos entierran en inflación, que afecta absolutamente a todo, pero que encima se concentra con mayor saña sobre los productos, bienes y servicios de consumo imprescindible.
Mientras tanto los bancos centrales imprimen e imprimen dinero... se lo regalan a los verdaderos ricachones (los que NO pagan impuestos) mientras esos golfos de los políticos se siguen riendo de nosotros... y sale alguien a protestar? En Francia sí.. en España, ni el tato..
Y para rematar, sólo decir que las credenciales de la "Sra" Lagarde, para ser enchufada a dedo en el BCE, eran nada menos que haberse limpiado el culo con la lista Falciani de evasores fiscales (no estaban los Botín ahí?) y las credenciales del Guindos para ser enchufado era haber quebrado Lehman, haber tolerado la estafa de Bankia, la estafa del Popular, la estafa inmobiliaria de la era Rajoy (SAREB etc etc), la estafa del rescate a la economía española (el famoso préstamo de 100.000 millones en "condiciones muy favorables") etc etc
En fin, que vivimos en una CLEPTOCRACIA: el gobierno de los ladrones