El COVID fue una excusa muy conveniente para seguir imprimiendo dinero a mansalva, pero no olvidemos que antes del COVID llevábamos muchos años de QE, de "expansión monetaria" y de tipos de interés a cero.
De hecho, mi lectura económica sobre el COVID es que es la excusa para RESCATAR una vez más la economía mundial cuando ya no daba para más y la FED y el BCE se iban a quedar con el culo al aire, y con necesidad de hacer muuuucha autocrítica, y de someterse al escrutinio de la opinión pública. Esta opinión la sustentan las "extrañas" correcciones de la bolsa en 2018 y 2019, antes del COVID, y los signos evidentes de agotamiento de la economía antes del COVID.
Lagarde y Guindos deben reconocer que han provocado una burbuja inmobiliaria y bursátil jamás vista con anterioridad.
Es increíble que las alarmas sólo saltaran cuando se duplicó el precio de un litro de leche, o de una botella de aceite de girasol. Antes de eso ya advertí en reiteradas ocasiones, durante años, que se estaba gestando una burbuja gigantesca, y la responsabilidad es exclusivamente de los bancos centrales: ellos son los culpables, junto a los políticos derrochadores como Pedrito el del Falcon y Compañía.