"El crecimiento económico en Europa es el más bajo desde los años 2011-2013, excluyendo los primeros meses de la pandemia, y no se puede descartar una nueva crisis energética este invierno. Con Alemania ya en recesión y su industria debilitada, ¿durante cuánto tiempo podrán los inversores ignorar las malas señales?", se pregunta Peter Garnry, jefe de estrategia de renta variable en Saxo Bank.
"Los beneficios en Europa han caído durante tres trimestres y la tendencia se ha confirmado en la última temporada de resultados. Las valoraciones de la renta variable han alcanzado su mayor descuento con respecto a las de la Bolsa estadounidense desde 2006, reflejando que los inversores nunca han sido tan negativos con Europa frente a EE.UU.", afirma este experto
La peor actividad económica desde los años de la crisis del euro
Tal y como explica Garnry, "la economía europea entró en brusca contracción en septiembre de 2022 debido a que los altos precios de las materias primas (especialmente de la energía) rebajaron la confianza de los consumidores e hicieron inviable la producción industrial. Gracias a un invierno extraordinariamente afortunado, con temperaturas superiores a la media, Europa superó su crisis energética. Con la relajación de los precios de las materias primas en 2023 y la fortaleza del consumo estadounidense, la actividad económica en Europa repuntó en enero y febrero, antes de caer gravemente en terreno negativo en junio".
"El mes pasado se produjo una pequeña mejora de la actividad económica, pero la caída estimada del PIB fue del 0,56% en el trimestre y la media móvil de 12 meses ha descendido a -0,3%, el nivel de actividad más bajo, excluidos los primeros meses de la pandemia, desde los años de la crisis del euro de 2011-2013", añade Garnry.
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