Encuentras opiniones de todos los gustos. Del libro que recomendaba Fitz sobre Warren Buffet ("The Warren Buffett Way" de R.G. Hagstrom) en http://www.revistadebolsa.com/libros.html me encuentro con esto:
"Libro realmente malo que, sin embargo, merece la pena hablar de él.
(1) El autor no tiene ni la más remota idea de qué está hablando. Es un libro que se intenta vender socapa del mítico nombre. Los ejemplos de valoración son un puro chiste. El libro, de genero turiferario, supuestamente es "a mayor gloria de", o mejor dicho: escrito siguiendo el grito de guerra "este nombre vende" [los más despistados incluso lo compraran creyendo que el libro lo ha escrito Buffet]. Buffet pensará que con aduladores así no hace falta enemigos, pues le deja con "el trasero al aire". Decididamente el libro parece escrito por su peor enemigo. Desde luego es terrible caer bajo el aplauso de un abrazafarolas indocumentado.
Según el autor Warren Buffet utiliza un modelo de valoración... que resulta (1) QUE ES PRECISAMENTE el que Buffet critica, y no sólo eso (y esto es el colmo de rizar el rizo), sino que (2) PRECISAMENTE la crítica de ese modelo es una de los cimientos más esenciales, o EL cimiento, de la filosofía inversora de Warren Buffet. (El libro, por tanto, no es que sea malo, es que es irritante e indignante. La expresión "ni puñetera idea de lo que está hablando" se queda corta).
(2) Leyendo el libro la conclusión que se saca del mito "Buffet" es que el mito empieza y acaba en (1) tener una fuente cuasi infinita de liquidez con las primas de los seguros (y en vez de comprar tontos bonos, comprar acciones), y (2) abandonar el mercado en 1969. Punto. ¿Será verdad? A lo mejor resulta que el inútil al que le encargaron escribir el libro ha dado en el clavo sin saberlo. Cualquiera sabe. Puede ser, pues los dichos y sentencias lapidarias del segundo hombre más rico del mundo, son grandes verdades... en estricta lógica angelical; pero insultantes bromas pesadas para el pequeño inversor que dispara con una sola bala, dado que sufre una poderosa "restricción de liquidez": le ve antes que después el fondo, limpio y desierto, a su cuenta. Con un millón de dolares, uno detrás de otro, y otro, y otro más... Así cualquiera es capaz de ganar dinero en la bolsa. Bueno, algunos ni eso, porque se pondrían a comprar Sniace o cualquier otra ficción onírica.
(3) En fin: el libro es muy malo; pero sirve para recordar, una vez más y todas las veces que haga falta, que la única diferencia profunda e insalvable entre el segundo hombre más rico del mundo y usted, es que él tenía una aseguradora y usted tiene un sueldo. Punto. Lo demás es: (a) detalles y (b) cómo hacer "el pino con las orejas" para lograr salvar esa profunda e insalvable diferencia. Volvemos a lo de siempre: La barrera del sonido, y, la otra cara de la misma moneda: las acciones están trucadas a favor del inversor. CON TAL DE QUE EL INVERSOR NO CREA QUE UNA ACCION ES CUALQUIER COSA QUE COTIZA. UNA ACCION NO ES UNA CUALQUIERA.
Yo he conocido a Warren Buffett, y además tengo sus palabras escritas, escuchadas de su propia boca. Así que le ahorro comprarse un libro malo y le cuento. Estaba desayunando y Buffett dejó, por fin, el martillo neumático con el que nos estaba taladrando el cerebro. Y entró en el bar a tomarse una cerveza. Mientras yo seguía con el cafelito y sufriendo Expansión. El camarero-dueño le preguntó a Warren Buffet por Superdiplo. Y Warren Buffet se puso a sentenciar y hablar, mientras el que esto escribe, atónito, se puso a escribir lo que escuchaba sobre el periódico salmón. Warren Buffet dijo, textual por los dioses del Olimpo: [En un pueblo de la costa del sol, invierno de 1999]
(1) "¿Superdiplo? ezo e' como un baa', que te puen pone' unonfrente. Ezo e' de chichimosqui [preguntando más tarde a los lugareños, me enteré que eso significa = "del tamaño del órg