La consultora de comunicación, marketing digital y asuntos públicos LLYC ha aprobado su plan estratégico 2023-2025, en el que prevé duplicar su tamaño en estos tres años y convertirse en una firma "más tecnológica, internacional e igualitaria".
La compañía se marca como objetivo superar los 130 millones de euros de ingresos operacionales en 2025, lo que implicará un crecimiento de su facturación del 80% respecto a los 72,7 millones de euros de 2022 y un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 27 millones de euros, con un repunte del 68% en relación a 2022, manteniendo un margen del 21%.
En el periodo 2023-2025, LLYC tiene previsto destinar unos 40 millones de euros para realizar nuevas adquisiciones y seguir creciendo en mercados "clave": Estados Unidos, Canadá, México, Brasil y UE.
"Se invertirá en compañías que permitan a la firma seguir incrementando su acceso a tecnologías exponenciales, aquellas que sumen a la meta de crecimiento en Estados Unidos y las que refuerzan el liderazgo de la firma en asuntos públicos, sin descartar oportunidades de alto valor agregado que puedan complementar el catálogo de soluciones", subraya la firma.
La consultora ha destacado que la reciente compra de BAM en Estados Unidos le permitirá duplicar su tamaño en el país, donde pretende superar los 20 millones de euros de facturación en tres años.
Además, LLYC está estudiando oportunidades para establecerse en Canadá, país relevante para las empresas extractivas.
En cuanto a las operaciones en América Latina, la firma apunta a México y Brasil como los países con mayores expectativas de crecimiento por su potencial para seguir desarrollándose.
LA UNIDAD 'DEEP DIGITAL', PILAR FUNDAMENTAL PARA LLYC
La unidad 'Deep Digital' de LLYC, en la que se integran todas las líneas de servicio y soluciones de inteligencia artificial, transformación digital e 'inbound' marketing, será un "pilar fundamental" para la firma en los próximos tres años.
En concreto, el objetivo de la consultora es que esta unidad signifique ya en 2025 la mitad de los ingresos operacionales, superando los 60 millones de euros.
El socio fundador y presidente de LLYC, José Antonio Llorente, ha destacado que, aunque los objetivos marcados en el plan estratégico son "ambiciosos", la compañía ha demostrado que cumple sus promesas.
"La firma cuenta con bases sólidas para afrontar con éxito este plan estratégico que nos hemos marcado. Dentro de tres años queremos ser una firma más grande y tecnológica, más internacional e igualitaria gracias al esfuerzo de los profesionales y la confianza de los clientes", ha añadido Luisa García, socia y COO Global en LLYC.
INVERSIÓN DE 3 MILLONES EN I+D+i HASTA 2025
La firma espera duplicar su volumen de facturación de clientes en la industria socio-sanitaria, especialmente en el ámbito farmacéutico, y en las economías extractivas, principalmente en América Latina.
El plan estratégico de LLYC contempla además una inversión de 3 millones de euros hasta 2025, a razón de un millón por año, para investigación, desarrollo e innovación (I+D+i).
La consultora ha precisado que estos recursos estarán enfocados al desarrollo de soluciones basadas en datos para la anticipación, diseño de estrategias y medición de resultados en marketing, comunicación y asuntos públicos.
Además, en el marco de los avances en Inteligencia Artificial, LLYC espera poder haber automatizado hasta el 30% de sus procesos al finalizar 2025.
La inversión programada para I+D+i es complementaria a los 5 millones de euros de dotación para LLYC Venturing, que seguirá identificando 'startups' con aplicación de tecnologías exponenciales a las disciplinas de la firma en las que invertir.
Otro de los objetivos que se ha marcado la consultora es alcanzar los 2.000 colaboradores en 2025 (un 66% más respecto al cierre de 2022), con igualdad de género (50% de los puestos directivos ocupados por mujeres) "y reconocimiento en todas las operaciones como mejor lugar para trabajar LGTBIQ+".
La firma implementará además un plan de refuerzo de la política ESG del grupo para profundizar en sus compromisos sociales y medioambientales, y aprobará un código ético de proveedores para garantizar que la colaboración sólo se da con aquellas compañías que se ajusten a unos criterios básicos de conducta