Las acciones de OHLA cayeron este jueves a mínimos históricos en Bolsa, tras ceder en una jornada cerca de un 13% de su capitalización bursátil, todo ello a pesar de haber obtenido la suspensión cautelar que le evita pagar, al menos temporalmente, los 21 millones de la multa que le impuso la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en julio.
El desplome en Bolsa de este jueves, del 12,6%, es la tercera mayor caída protagonizada por la compañía en la última década, lo que le ha arrastrado a los 0,45 euros por acción, rebasando así los 0,453 euros a los que cayó la semana en la que el Gobierno declaró el Estado de emergencia en marzo de 2020.
El auto de la Audiencia Nacional que ha suspendido de forma cautelar el pago de la multa de la CNMC también ha supuesto la suspensión de la probable prohibición de contratar con la Administración Pública, que también podría haber recaído sobre la empresa.
Esta sanción formaba parte de una multa global de 203,6 millones de euros interpuesta a las principales constructoras del país, Acciona, Dragados (ACS), FCC, Ferrovial, OHLA y Sacyr, por haber alterado durante 25 años miles de licitaciones públicas destinadas a la edificación y obra civil de infraestructuras.
A la hora de recurrir la multa, OHLA, según recoge el auto consultado por Europa Press, aducía que el pago de la sanción "impediría continuar con el normal desarrollo de su actividad" y "agravaría las ya existentes tensiones de tesorería de la sociedad".
"Supondría la pérdida de la posición de OHLA en el sector (...) y el consecuente impacto que lo anterior tendría en la organización de la sociedad, afectando tanto a la ocupación de la plantilla como a la capacidad de pago de los salarios y, en mayor dimensión, a la propia viabilidad y continuidad de la actividad de OHLA", añadía.
Con estas declaraciones incluidas en el texto judicial, la cotización de la compañía comenzó a caer progresivamente, hasta cerrar así en sus mínimos históricos.
A cierre del mercado del miércoles, la empresa también informó de la cancelación de la venta de su participación del 25% en un hospital de Canadá, si bien se producía porque no se había dado las condiciones suspensivas pactadas en el contrato. Fuentes de la empresa recalcaron que su compromiso con la desinversión de activos no estratégicos para seguir reduciendo deuda continúa adelante sin cambios, tras haber reducido el pasivo este año en 100 millones de euros