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#21593

Re: B. Tardes. Es del 17 de Julio pero no lo había leído. Por si alguien no lo leyó. Del foro de Juanst

Lo que llama la atención es absolutamente NADIE da el primer paso, nadie esta dispuesto a ir al juzgado y llamar a los medios de comunicación explicando como esta llevando el juicio la culebra, yo es que ya no tengo palabras.
Después están algún par de ilusos en el foro pensando que van a recuperar el dinero y no se dan cuenta que el juicio YA LO TIENEN PERDIDO, a no ser que se transfiera por otro juez y hay que hacerlo YA!!!!!

#21594

Gowex

¿y que te impide hacerlo a ti? ¿y a ti Motifers? Por no ser de Madrid no creo que sea una grandísima desventaja, por 30-50 euros ó 3-4 horas de coche, os plantais en Madrid desde casi cualquier punto de España.

Quien no se manifeste ante la sede de Gowex o delante del juzgado, sus motivos tendrán, no hay que estar todo el día diciendo "no lo entiendo, no lo entiendo" "o si se organiza yo soy el primero que voy"..... Despues de haber perdido el dinero, no creo que a muchos les apetezca ir a una manifestación que en el 99% de los casos no valen para nada y en la que seguramente habrá como mucho 10 personas, y luego ver su cara en la prensa nacional y en todos los telediarios.

Con esto no critico nada, pero si los "de Madrid" no organizan nada o no se manifestan, seguramente será por el mismo motivo que vosotros desde el ordenador tampoco organizais nada. Ojo, sin acritud, que yo tambien podría estar sentado delante de los juzgados con una pancarta y no lo estoy haciendo.

A muchos les parecerá mas efectivo luchar a traves de demandas y abogados que con manifestaciones a pie de juzgado/sede Gowex.

Nota: y yo no soy de Madrid ni alrededores

#21595

Re: Gowex

" sin acritud" verás, no me planto porque como tu bien ha dicho para ser uno o dos personas no solucionmos nada!! Y no interesamos a ningún medio de comunicación , yo soy el primero en ir si hy un bse de 30 o 40. Personas, también perdieron el dinero los de las preferentes y no les importó salir por televisión.
Y lanzo ya un mensaje, que vayan diciendo por el foro quien esta dispuesto a ir y manifestarse y según la cantidad ya se irá haciendo todo más ordenado .

#21596

Re: GOWEX

Yo no iria a manifestarme ni aunque viviera al lado del juzgado por varios motivos:

1. en este pais manifestarse no sirve de nada, bueno sirve para que te pongan multas, te llamen vago perroflauta y te saquen un ojo a pelotazos.

2. a diferencia de los pobres viejecitos afectados por las preferents, nosotros no tenemos la simpatia deel publico, para la asa ignorantee somos unos sucios y avariciosos especuladores que queriamos dar un pelotazo o y hacernos aun mas ricos y que por suerte nos ha salido mal y nos lo merecemos pq hay muchos españoles en paro y que si nos hubiera salido bien no querriamos repartir (obviando que ya repartimos las plusvalias cuando hacienda nos roba el 50%) Pasaros por los foros mas famosos de españa, forocoches, idealista, burbiuja.info, etc donde se hable del caso gowex y vereis que nadie simpatiza con nosotros, la tonica genreral, es : os jodeis putos capitalistas.

Y yo la verdd arriesgarme a que me multen para que la gente me insulte o se ria de mi no me da la gana, como ha dicho ants el compañero, yo peleare en los juzgados.

#21597

Re: GOWEX

Un poco de literatura con connotaciones actuales siempre viene bien en tiempos de asueto.

El traje nuevo del Emperador
Hans Christian Andersen

Hace muchos años había un Emperador tan aficionado a los trajes nuevos, que gastaba todas sus rentas en vestir con la máxima elegancia.
No se interesaba por sus soldados ni por el teatro, ni le gustaba salir de paseo por el campo, a menos que fuera para lucir sus trajes nuevos. Tenía un vestido distinto para cada hora del día, y de la misma manera que se dice de un rey: “Está en el Consejo”, de nuestro hombre se decía: “El Emperador está en el vestuario”.

La ciudad en que vivía el Emperador era muy alegre y bulliciosa. Todos los días llegaban a ella muchísimos extranjeros, y una vez se presentaron dos truhanes que se hacían pasar por tejedores, asegurando que sabían tejer las más maravillosas telas. No solamente los colores y los dibujos eran hermosísimos, sino que las prendas con ellas confeccionadas poseían la milagrosa virtud de ser invisibles a toda persona que no fuera apta para su cargo o que fuera irremediablemente estúpida.

-¡Deben ser vestidos magníficos! -pensó el Emperador-. Si los tuviese, podría averiguar qué funcionarios del reino son ineptos para el cargo que ocupan. Podría distinguir entre los inteligentes y los tontos. Nada, que se pongan enseguida a tejer la tela-. Y mandó abonar a los dos pícaros un buen adelanto en metálico, para que pusieran manos a la obra cuanto antes.

Ellos montaron un telar y simularon que trabajaban; pero no tenían nada en la máquina. A pesar de ello, se hicieron suministrar las sedas más finas y el oro de mejor calidad, que se embolsaron bonitamente, mientras seguían haciendo como que trabajaban en los telares vacíos hasta muy entrada la noche.

«Me gustaría saber si avanzan con la tela»-, pensó el Emperador. Pero había una cuestión que lo tenía un tanto cohibido, a saber, que un hombre que fuera estúpido o inepto para su cargo no podría ver lo que estaban tejiendo. No es que temiera por sí mismo; sobre este punto estaba tranquilo; pero, por si acaso, prefería enviar primero a otro, para cerciorarse de cómo andaban las cosas. Todos los habitantes de la ciudad estaban informados de la particular virtud de aquella tela, y todos estaban impacientes por ver hasta qué punto su vecino era estúpido o incapaz.

«Enviaré a mi viejo ministro a que visite a los tejedores -pensó el Emperador-. Es un hombre honrado y el más indicado para juzgar de las cualidades de la tela, pues tiene talento, y no hay quien desempeñe el cargo como él».

El viejo y digno ministro se presentó, pues, en la sala ocupada por los dos embaucadores, los cuales seguían trabajando en los telares vacíos. «¡Dios nos ampare! -pensó el ministro para sus adentros, abriendo unos ojos como naranjas-. ¡Pero si no veo nada!». Sin embargo, no soltó palabra.

Los dos fulleros le rogaron que se acercase y le preguntaron si no encontraba magníficos el color y el dibujo. Le señalaban el telar vacío, y el pobre hombre seguía con los ojos desencajados, pero sin ver nada, puesto que nada había. «¡Dios santo! -pensó-. ¿Seré tonto acaso? Jamás lo hubiera creído, y nadie tiene que saberlo. ¿Es posible que sea inútil para el cargo? No, desde luego no puedo decir que no he visto la tela».

-¿Qué? ¿No dice Vuecencia nada del tejido? -preguntó uno de los tejedores.

-¡Oh, precioso, maravilloso! -respondió el viejo ministro mirando a través de los lentes-. ¡Qué dibujo y qué colores! Desde luego, diré al Emperador que me ha gustado extraordinariamente.

-Nos da una buena alegría -respondieron los dos tejedores, dándole los nombres de los colores y describiéndole el raro dibujo. El viejo tuvo buen cuidado de quedarse las explicaciones en la memoria para poder repetirlas al Emperador; y así lo hizo.

Los estafadores pidieron entonces más dinero, seda y oro, ya que lo necesitaban para seguir tejiendo. Todo fue a parar a sus bolsillos, pues ni una hebra se empleó en el telar, y ellos continuaron, como antes, trabajando en las máquinas vacías.

Poco después el Emperador envió a otro funcionario de su confianza a inspeccionar el estado de la tela e informarse de si quedaría pronto lista. Al segundo le ocurrió lo que al primero; miró y miró, pero como en el telar no había nada, nada pudo ver.

-¿Verdad que es una tela bonita? -preguntaron los dos tramposos, señalando y explicando el precioso dibujo que no existía.

«Yo no soy tonto -pensó el hombre-, y el empleo que tengo no lo suelto. Sería muy fastidioso. Es preciso que nadie se dé cuenta». Y se deshizo en alabanzas de la tela que no veía, y ponderó su entusiasmo por aquellos hermosos colores y aquel soberbio dibujo.

-¡Es digno de admiración! -dijo al Emperador.

Todos los moradores de la capital hablaban de la magnífica tela, tanto, que el Emperador quiso verla con sus propios ojos antes de que la sacasen del telar. Seguido de una multitud de personajes escogidos, entre los cuales figuraban los dos probos funcionarios de marras, se encaminó a la casa donde paraban los pícaros, los cuales continuaban tejiendo con todas sus fuerzas, aunque sin hebras ni hilados.

-¿Verdad que es admirable? -preguntaron los dos honrados dignatarios-. Fíjese Vuestra Majestad en estos colores y estos dibujos -y señalaban el telar vacío, creyendo que los demás veían la tela.

«¡Cómo! -pensó el Emperador-. ¡Yo no veo nada! ¡Esto es terrible! ¿Seré tan tonto? ¿Acaso no sirvo para emperador? Sería espantoso».

-¡Oh, sí, es muy bonita! -dijo-. Me gusta, la apruebo-. Y con un gesto de agrado miraba el telar vacío; no quería confesar que no veía nada.

Todos los componentes de su séquito miraban y remiraban, pero ninguno sacaba nada en limpio; no obstante, todo era exclamar, como el Emperador: -¡oh, qué bonito!-, y le aconsejaron que estrenase los vestidos confeccionados con aquella tela en la procesión que debía celebrarse próximamente. -¡Es preciosa, elegantísima, estupenda!- corría de boca en boca, y todo el mundo parecía extasiado con ella.

El Emperador concedió una condecoración a cada uno de los dos bribones para que se las prendieran en el ojal, y los nombró tejedores imperiales.

Durante toda la noche que precedió al día de la fiesta, los dos embaucadores estuvieron levantados, con dieciséis lámparas encendidas, para que la gente viese que trabajaban activamente en la confección de los nuevos vestidos del Soberano. Simularon quitar la tela del telar, cortarla con grandes tijeras y coserla con agujas sin hebra; finalmente, dijeron: -¡Por fin, el vestido está listo!

Llegó el Emperador en compañía de sus caballeros principales, y los dos truhanes, levantando los brazos como si sostuviesen algo, dijeron:

-Esto son los pantalones. Ahí está la casaca. -Aquí tienen el manto... Las prendas son ligeras como si fuesen de telaraña; uno creería no llevar nada sobre el cuerpo, mas precisamente esto es lo bueno de la tela.

-¡Sí! -asintieron todos los cortesanos, a pesar de que no veían nada, pues nada había.

-¿Quiere dignarse Vuestra Majestad quitarse el traje que lleva -dijeron los dos bribones- para que podamos vestirle el nuevo delante del espejo?

Quitose el Emperador sus prendas, y los dos simularon ponerle las diversas piezas del vestido nuevo, que pretendían haber terminado poco antes. Y cogiendo al Emperador por la cintura, hicieron como si le atasen algo, la cola seguramente; y el Monarca todo era dar vueltas ante el espejo.

-¡Dios, y qué bien le sienta, le va estupendamente! -exclamaban todos-. ¡Vaya dibujo y vaya colores! ¡Es un traje precioso!

-El palio bajo el cual irá Vuestra Majestad durante la procesión, aguarda ya en la calle - anunció el maestro de Ceremonias.

-Muy bien, estoy a punto -dijo el Emperador-. ¿Verdad que me sienta bien? - y volviose una vez más de cara al espejo, para que todos creyeran que veía el vestido.

Los ayudas de cámara encargados de sostener la cola bajaron las manos al suelo como para levantarla, y avanzaron con ademán de sostener algo en el aire; por nada del mundo hubieran confesado que no veían nada. Y de este modo echó a andar el Emperador bajo el magnífico palio, mientras el gentío, desde la calle y las ventanas, decía:

-¡Qué preciosos son los vestidos nuevos del Emperador! ¡Qué magnífica cola! ¡Qué hermoso es todo!

Nadie permitía que los demás se diesen cuenta de que nada veía, para no ser tenido por incapaz en su cargo o por estúpido. Ningún traje del Monarca había tenido tanto éxito como aquél.

-¡Pero si no lleva nada! -exclamó de pronto un niño.

-¡Dios bendito, escuchen la voz de la inocencia! -dijo su padre; y todo el mundo se fue repitiendo al oído lo que acababa de decir el pequeño.

-¡No lleva nada; es un chiquillo el que dice que no lleva nada!

-¡Pero si no lleva nada! -gritó, al fin, el pueblo entero.

Aquello inquietó al Emperador, pues barruntaba que el pueblo tenía razón; mas pensó: «Hay que aguantar hasta el fin». Y siguió más altivo que antes; y los ayudas de cámara continuaron sosteniendo la inexistente cola.

#21598

Los trabajadores de Gowex piden al juez que nombre otro administrador judicial

Los trabajadores de Gowex han pedido al juez Santiago Pedraz que nombre a un nuevo administrador judicial de la empresa, al entender que el consejero Javier Solsona, a quien el juez designó para desempeñar este cargo tras retirarle la imputación, podría tomar decisiones perjudiciales para ellos.
Gowex
En un comunicado, el despacho Logan Lex, que representa a cuatro trabajadores que pidieron personarse como acusación particular en este procedimiento y sobre la cual aún no se ha pronunciado el magistrado, critica el nombramiento de Solsona, que achaca incluso a "una estrategia por parte del juzgador" que no entra a valorar.
Pedraz retiró el pasado 1 de agosto la imputación al consejero de Gowex subrayando que no formó parte del entramado porque "difícilmente" podía saber de la existencia de la facturación falsa que reconoció su presidente, Jenaro García.
Al mismo tiempo, le designó administrador judicial por seis meses prorrogables "en función de las circunstancias" o hasta que el Juzgado de lo Mercantil número 11 de Madrid, sobre el que recayó el concurso de Gowex, nombre administrador concursal, en contra de la opinión del fundador, que defendió que debía elegirse un gestor imparcial.
El juez ya rechazó entonces el sistema de insaculación -es decir, por sorteo- que le solicitó García por considerar que "supondría un grave perjuicio al grupo Gowex", puesto que demoraría el nombramiento al menos otros 15 días.
También justificó la designación de Solsona en la necesidad de "garantizar el funcionamiento de las entidades valorando no solo los perjuicios para sus inversores, sino principalmente para los trabajadores en activo y terceros no responsables de delitos investigados", teniendo en cuenta que el Juzgado de lo Mercantil aún no ha resuelto.
"Posible conflicto de intereses"
Logan Lex, que ha pedido además la personación de un quinto trabajador, apunta a la existencia de un "posible conflicto de intereses", ya que Solsona es administrador de Icox Web Consulting Spain, "supuesta empresa instrumental o satélite" del grupo Gowex, por lo que pide a Pedraz que acuerde su tacha.
En este sentido, resalta en su escrito que "llama la atención que de las 27 personas que formaban parte de ICOX", 22 han sido despedidas en 17 días, unos hechos que "van más allá de las actividades ordinarias de administración que se le encomendó".
A ello se une las decisiones que pueda adoptar Solsona en relación a la solicitud del concurso de acreedores y que puedan "resultar perjudiciales" para los empleados y terceros.
También alega la "supuesta" enemistad entre Solsona y Jenaro García y los perjuicios causados a los trabajadores, que han cobrado su nóminas de julio con 18 días de retraso, y no se les ha abonado ni las horas de guardia ni las liquidaciones a aquellos que han solicitado su baja voluntaria.
Mientras, fuentes jurídicas han informado a Efe de que otras acusaciones que sí están personadas en la causa están estudiando plantear la ilegalidad de la personación que acordó Pedraz como acusación particular de Alvasebi, empresa dedicada al alquiler de bienes inmobiliarios, con sede en Málaga, y vinculada a Solsona.

http://www.expansion.com/2014/08/18/mercados/1408372949.html

#21599

Re: GOWEX

Estoy de acuerdo contigo.

Por el entorno que me rodea te diré que más del 80% de la gente que conozco opina que los que invierten en bolsa son unos especuladores y que indirectamente son en parte responsables de la crisis que nos afecta, así que si pierden su dinero están desde los que les es indiferente a los que se alegran en parte. Les da igual que sea porque una empresa vaya mal o porque hayan sido estafados.

Ya puedes explicarles todo lo que quieras que el hecho de invertir provoca flujos de capital de los que hacienda se beneficia aumentando sus ingresos y que además estas inversiones provocan que las empresas tengan más capital para invertir generando más empleos.

Aquí para ser un buen españolito tienes que trabajar muchas horas llegando justo a fin de mes y además tienes que tener una hipoteca que te tenga con el agua al cuello. Si alguien que no tenga un gran sueldo ha podido ahorrar estos años, pasando de tener casa en propiedad y manteniendo una vida espartana decide invertir en bolsa o en una empresa ya es un maldito capitalista especulador mientras que otro que gane lo mismo y se lo haya gastado en viajes y en comprar una casa hipotecada que está por encima de sus posibilidades es un pobre trabajador al que hay que ayudar.

Con las preferentes lo mismo, es totalmente diferente en cuanto a lo social de lo de GOWEX. En las preferentes engancharon a millones de españoles, muchos jubilados, y ellos junto con sus familias son el mayor bloque de presión en España. Cada vez que se tienen que tocar en algo las pensiones el gobierno de turno tiembla.

Ahora, en GOWEX, ¿Cuántos millones de analfabetos y jubilados sin ninguna experiencia en inversiones hay?

Socialmente los afectados de GOWEX no tienen masa crítica para presionar, la única alternativa que hay es la judicial si creen que se puede sacar algo y si no lo que sacarán será adquirir experiencia.