Re: . Re: Versos sueltos
Trabajadores en la bolsa de Nueva YorkEFE
Actualizado: 13/02/201621:32 horas
Hoy no tengo más remedio que comenzar mi texto recomendando la lectura de un artículo de mi buen amigo Nicolás López, director de análisis de M&G Valores, publicado el viernes en EXPANSIÓN con el título ¿Anticipa la bolsa una recesión?
Lo podrán encontrar durante el fin de semana en Expansión.com y vale la pena leerlo tanto por la claridad de ideas como por su visión realista, lejos de pseudo explicaciones de quienes saben mucho de economía pero nada, o casi nada, de Bolsa y mucho menos del comportamiento de los inversores.
Del texto de Nicolás nos vamos a quedar sólo con tres referencias; la primera, en la que sostiene que la intensidad de la corrección de las bolsas europeas responde a excesos alcistas anteriores; la segunda, que la Bolsa encontrará soporte cuando las valoraciones sean razonables para un entorno de menor crecimiento y la tercera, en la que, sin decirlo, deja claro que hay fuerzas que mueven los mercados y dice: "No es que el deterioro de la economía esté provocando la caída de los mercados, sino que es la propia caída de los activos de riesgo la que dispara la percepción de que vamos hacia una nueva crisis económica".
Esto nos da pie para reincidir en lo dicho la semana anterior: que la Bolsa no se ha hundido, sólo se ha sumergido y establecer unas pautas de comportamiento, que sin ser infalibles, pueden servir de ayuda a muchos inversores que, en estos momentos, están totalmente perdidos y sin saber qué camino tomar.
Imaginemos que dispone de un 50% de liquidez, y no hablemos de algunos partícipes en el consultorio que, desde hace más de un mes, nos están diciendo que están al 100% en liquidez y se están poniendo de los nervios a la espera del momento de iniciar compras.
Es momento de ser malos y celebrar que la Bolsa baje ya que cuanto más lo haga, más barato compraremos valores de calidad
El lado bueno de las caídas bursátiles es la posibilidad de comprar activos de calidad a precios de segundas rebajas. Con ellos en cartera, sí o sí, vamos a entrar en beneficios más pronto que tarde. Tiene mucha gracia que algunos analistas hablen del potencial alcista de los valores en función de lo que se hayan alejado de los altos anteriores. Eso lo sé hacer hasta yo, cosa distinta es decir en qué momento hay que comprar y ahí no se atreve a mojarse nadie.
Lo de acertar con el mínimo es una utopía. Hay que recordar que salvo aquellos a los que se les aparece la Virgen, sólo compran en mínimos y venden en máximos los mentirosos. Por lo tanto, partiendo de que no vamos a acertar con el fondo, en qué momento de una caída bursátil hay que comenzar a comprar.
En la situación actual, el principal peligro para las empresas es el nivel de apalancamiento, dicho en cristiano, cuánta deuda tienen y qué porcentaje representa sobre el valor en Bolsa de la misma (capitalización bursátil). Como va a nevar en casi toda España (en Valencia nos libramos) el fin de semana puede ser un buen momento para entrar en la CNMV, ver la deuda de las empresas que nos gustan y en EXPANSIÓN la capitalización bursátil. Meterse en una empresa cuya deuda triplica su valor en Bolsa es gana de meterse en un charco tipo Abengoa. Y puede ser un fin de semana muy rentable ya que, aunque haya momentos en los que nos invada la duda, hay síntomas de que el mercado quiere darse la vuelta.
Hay valores que comienzan a estar a tiro. Por debajo de 5,50, el BBVA es un valor a meter cartera un tercio de lo que pensemos comprar y otro tanto haríamos con Santander a 3 euros. Entre 8 y 7 euros son precios para invertir en Repsol y lo mismo podemos decir de Telefónica entre 8,5 y 8 euros. Si baja más echamos el resto, pero a esos niveles, a ganar, siempre.
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.