Sé que lo dices por mi bien, por el bien del lector.
También tú sabrás que el jugador tiene alma de jugador, como el coleccionista de mariposas seguirá perforando sus tripitas y colocándolas en cajitas de madera y cristal, ante un público que jamás entenderá sus manías.
Se puede jugar a las cartas con naipes, apostando garbanzos, pesetas rubias, fajos de billetes y joyas.
Hay personas que van al casino y pierden su casa.
El matiz viene después, cuando lo hacen por debajo del mantel.
Y si sabes cuánto y dominas el stop, no hay ningún peligro, porque ese peligro solo conlleva el riesgo medido que ya conoces de antemano y asumes como posible, factible, aceptable y recuperable.
He jugado. Aprendí cuando mi abuelo paterno me llevaba de la mano para cruzar la calle. Hay diferentes juegos y distintas formas de jugar. Luego me enseñó a ir al edificio de la Bolsa. Y vi con mis propios ojos que la locura puede ser muy cuerda, que las apariencias engañan y que no se puede juzgar sin conocer.
He jugado, sí. Juego. Y si Dios me da vida y salud, seguiré jugando. Se puede y si además, se gana de una manera prudente, no dejaré de hacerlo.
Sé que tienes otra opinión. De hecho lo puse en mi post. Pensamos diferente en varios temas. Eso no quita para que, los dos, en cierta medida, tengamos parte de razón.
Sin embargo, ya ves, no me gusta jugar ni con calvos, ni con melenudos. En Navidad y porque me incitaron los lisboetas. Hasta entonces no había jugado nunca, habiendo pasado por mi mano la diosa fortuna dos veces, que, de haber jugado, habría ganado un pastizal. A tontas y a locas. Al no ser tonta, ni loca, o por lo menos, no tenerme por tal, elijo otras formas de juego, que considero, más inteligentes. Ahora ya solo comparto con otro "loco jugador" algún que otro número.
¿Es peligroso volar en avión? La Estadística dice que no. Pregúntaselo a quien viajaba en aviones estrellados... O mejor, a sus familiares.
¿Es peligroso salir de casa? Para los que nunca volvieron sí lo fue.
De lo que se deduce que nunca cogeré un avión, ni saldré de casa ... ni jugaré a Bolsa.
Para todo lo demás, Master Card.
Si conoces los caminos para jugar al parchís, tendrás que controlar el movimiento del dado. Nada es seguro al 100%.
Si inviertes en Bolsa, no juegas a Bolsa.
Si juegas a Bolsa, los caminos te la "refanflinflan". Son corazonadas lo que te llevan a comprar y vender.
No es necesario que compartas mi opinión, ni mi gusto, ni mi divertimento.
Tampoco es necesario que me entiendas. No intento convencer a nadie de la conveniencia de jugar. Probablemente porque no existe tal.
Solo afirmo que se puede y yo lo he hecho más de una vez, ganando muchas veces más que a la Lotería, muchas más. Y obviamente, más que un simple reintegro. ¡Es que ni puñeteras pedreas, oiga!
Un abrazo juguetón
¡Sed muy felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.