Re: Versos sueltos
Y es que si te molestas en hacer el esfuerzo de leerle y con un tanto de comprensión lectora de su castellano, pelín obsoleto, jajaaa, te das cuenta de la gracia que tiene. Me parto.
ENSSIENPLO DE LOS DOS PEREZOSOS, QUE QUERÍAN CASSAR CON UNA DUEÑA
Estrofas 457-473
Dezir t'hé la ffasaña de los dos peresosos,
que querían casamiento e andavan acusiossos;
amos por una dueña estavan codyçyossos,
eran muy byen apuestos e verás quán fermosos:
El uno era tuerto de su ojo derecho,
ronco era el otro, coxo e medio contrecho.
E el uno del otro avian grand despecho,
coydando que tenían su cassamiento fecho.
Respondiolos la dueña qu' ella quería casar
con el más peresosso, aquel quería tomar;
esto desíe la dueña queriéndolos abeytar.
Ffabló luego el coxo, cuydóse adelantar.
"Señora", diz' "oydme primero mi razón:
yo soy más peresosso que este mi conpanón:
por peresa de tender el pie fast' el escalón,
cay del escalera, fynqué con esta ligión.
"Otrossy yo passava nadando por un ryo,
fasía la syesta grant, mayor ome non vydo;
perdíame de sed: tal peresa yo crío,
que por no abrir la boca, perdy el fablar mío".
Desque calló el coxo, dixo el tuerto: "Señora,
chica es la peresa, que este dixo agora;
desirvos he la mía, non vi tal ningund ora,
nin veer tal la puede ome, que en Dios adora.
"Yo era enamorado d' una duena en abryl;
estando çerca della, sossegado e omyl,
vynome a las narizes desçendimiento vyl:
por peresa de linpiarme perdy la duena gentil.
"Mas vos diré, señora: una noche yasía
en la cama despierto, e muy fuerte llovía;
dávame una gotera, del agua que fasía:
en el mi ojo muy resia a menudo fería.
"Yo ove grand peresa de la cabeça redrar;
la gotera, que vos digo, con su mucho rezio dar,
el ojo, de que soy tuerto, óvomelo de quebrar:
devedes, por más peresa, dueña, conmigo casar".—
"Non sé", dixo la duena, "destas peresas grandes,
quál es la mayor dellas: anbos pares estades:
véovos, torpe cojo, de quál pie coxeades;
véovos, tuerto susio, que sienpre mal catades.
"Buscad con quien casedes; ca dueña non se paga
de peresoso torpe nin que vilesa faga".—
Por ende, mi amigo, en tu coraçón non yaga
nin tacha nin vylesa, de que dueña se despaga.
Ffazle una vegada la vergüença perder,
porque esto faz' muncho, si la quieres aver:
desque una vez pierde vergüença la muger
más diabluras face de quantas ome quier'.
Talante de mugeres ¿quién lo puede entender,
sus malas maestrías e su mucho malsaber?
Quando son ençendidas e mal quieren fazer,
alma e cuerpo e fama, todo lo dexan perder.
Desque pierde vergüença el tahúr al tablero,
sy el pellote juega, jugará el braguero;
desque la cantadera diz' el cantar primero,
syenpre los pies le bullen e mal para el pandero.
Texedor e cantadera nunca tyenen los pies quedos,
en telar e en dançar syenpre bullen los dedos:
la muger syn vergüença, por darle cient Toledos,
non dexaríe de fer sus antojos asedos.
Non olvides la dueña, dicho te lo e desuso.
Muger, molyno e huerta, syenpre quieren el uso;
non se pagan de disanto en poridat nin ascuso;
nunca quieren olvido: trobador lo conpusso.
Esto es cossa çierta: molyno andando gana,
huerta mijor labrada da la mejor mançana:
muger mucho seguida, syenpre anda loçana.
do estas tres guardares, non es tu obra vana.
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, 1320
¡¡Sed muy felices!!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.