Hola Renido, ¡buenas tardes!
Te he escrito de esta forma, contándote lo que he pasado y sigo sintiendo, para expresarte de alguna manera mi solidaridad con tu caso y lo he hecho porque yo también me siento absolutamente identificada contigo.
Cuando te leí por primera vez, inmediatamente me vino a la mente un pensamiento: ¡¡Dios, otra vez, qué hijos de la Gran Cabra son!! ¡¡Es que no tienen límite, ni corazón, ni humanidad!! ¿¿Cuándo dejarán de aparecer más casos de estafa?? ¿Quién les pondrá límite a su desfachatez, a su sinvergoncería, a tanto desfalco, a tanta falta de ética profesional y de moral? ¿Hasta cuándo? ¡¡Basta YA!!
Aunque te suene paradójico, me alegro de que leyendo mis líneas hayas llorado. Me explico. Lo siento, porque eso significa que estás sufriendo, pero hay que descargar. Como se me afectó el corazón (y el estómago) y tuve que pasar por las manos de un cardiólogo, uno de los varios consejos que me dio fue que llorara, que soltara lastre, que no lo guardase dentro porque el estrés podría afectarme aún más al corazón. El otro consejo fue que pasara página, que lo intentara por lo menos, pero ese era más difícil de llevar a cabo. No obstante, aunque el tiempo NO lo cura todo, ayuda a mitigar el dolor inicial.
Cuando algo duele hay que llorar. Es un mecanismo de defensa para soltar adrenalina, carga emocional. Llega un momento en que parece que se te han secado los ojos y se acaba el llanto, pero hasta entonces, conviene hacerlo. Desahogarse.
Jamás olvidaré a la persona que me hizo soltar mi primera carcajada, fue Bonapetic. Llevaba dos años casi, escondiéndome a diario, que se dice pronto, a llorar en el dormitorio para que no me viera mi padre, esperando a que mi marido se fuera de casa. Todo un panorama, vamos, que me tendría que haber dedicado profesionalmente a actriz, ;-) Terminé con una depresión de caballo y mira que había dicho veces que la depre era cosa de débiles, ¡¡JUAS!!
Pero aunque lo veas todo negro, tienes que pensar que algun día llega el momento en que te das cuenta de que duele menos. Olvidarlo para mí es imposible y perdonar jamás, porque quien estafó a mi padre era amigo también fuera del banco, amigo de la familia, yo confiaba plenamente en él también. Por eso, cuando mi padre me decía que iba al Satander, estaba tranquila, estaba en "buenas manos". Ahora tengo que decir y reconocer mi craso error, porque más bien eran "buenas garras". ¡Alimaña! Se ha jubilado, se habrá ido con una pensión 10 veces mejor que la de mi padre, y probablemente se haya gastado los puñeteros "bonus" que tanta falta parecían hacerle.
Dios castiga sin piedra ni palo. En ello confío, ya que la justicia me ha demostrado que no es siempre justa y las más de las veces, demasiado lenta.
Tengo 45. Mis amigas que en todo momento estuvieron "ahí", sé que me han intentado ayudar a salir. ¡Me ofrecieron hasta dinero! ¡¡Hay mucha gente buena por el mundo todavía!! Por supuesto hay que seguir confiando en la Humanidad. Siempre habrá gentuza para que existan también buenas personas. Lo importante es aprender de las malas experiencias y NO CONFIAR CIEGAMENTE en los asesores bancarios o que puedan tener algun interés oculto. Sé que hago pagar a justos por pecadores, pero me da igual. Quizá me haya vuelto desconfiada, injusta o egoísta, pero tengo claro que a esta gente ¡NI agua! También a mí me duele haber confiado en él. Quizá algun día te cuente la historia con pelos y señales. A veces me dan ganas de relatar cómo empezó todo, qué relación tenían mis padres con este HdP y su mujer -q.e.P.d.-, por si pudiera abrir los ojos a alguien más, porque todavía sigue habiendo clientes que confían en ellos, alguno me ha preguntado que qué me parece el próximo producto mágico del Satanbank que nos ofrece a los bonistas, para "ayudarnos a salvar" nuestros ahorros... ¡¡¡Cómo pueden estar tan ciegos todavía!!! Solo pensar en que habrá gente que vuelva a firmar ese contrato, es que ardo por dentro...
Lo que yo le diría a tu hijo -sin ánimo de aconsejar a nadie, entre otras cosas no soy quién- es que le hiciera comprender a su pequeña poco a poco, que hay que tener una preparación en Economía y Finanzas para ir por la vida, independientemente de los estudios que quiera cursar, que sepa de lo que habla cuando tenga que ir al banco, que tenga unas nociones básicas y unos conocimientos para evitar que la historia se repita.
Entiendo perfectamente la postura de tu hijo, ¿qué quieres que te diga? Ante individuos de esta calaña, que no les importa arruinar a la gente de bien, ancianos, analfabetos, personas sin preparación alguna, no puedes pensar otra cosa... Pero también es cierto que no todo el mundo es igual y que lo más importante es saber discernir muy bien a la buena gente de la gentuza, que no por mucho llevar corbata y traje, van a ser más de fiar y haya que cerrar los ojos y firmar sin leer...
Mi padre firmó un papel en blanco. Con eso te lo digo todo...
En fin, siempre estaré al lado del afectado, del indefenso, del estafado, ¡¡Siempre!!
Y ni se te ocurra pedir disculpas por contar tu historia porque, aunque no te lo creas, quienes nos atrevemos a relatar publicamente lo que nos ha ocurrido, estamos ayudando a que muchos otros no caigan en el mismo error. Si abriésemos un hilo solo para expresar nuestro dolor e indignación, contando lo que nos ocurrió probablemente recibiríamos críticas, porque trolls hay en todas partes, pero también sé que ayudaría a los incautos que todavía firman sin leer o sin haber entendido toda la letra pequeña.
Un abrazo fuerte, ánimo e intenta disfrutar de la vida. Como decía mi antigua firma de los posts: "Hoy es el primer día del resto de tu vida: ¡Disfrútalo!". Quizá la vuelva a cambiar, porque ya he recomenzado y estoy más fuerte que antes y en buena medida es gracias a personas como tú.