Aquí más que calor es un requemor ardoroso que te deja seco, sin fuerzas y necesitas "vivir en el agua". Cuando llegan estas fechas aquí como en Elche, supongo, solo tienes ganas de que termine el sufrimiento. Por ende, el dormir. El no poder pegar ojo por las noches es el peor castigo. Te despiertas a las tantas de la madrugada, sudado, respirando fatal, con dolor de cabeza y una mala leche, vamos, horrible.
Cuando hemos viajado a la selva del Irati, a navarra, hacia arriba, como tu bien dices, la paleta de verdes se abre, en todas las gamas posibles con todos los degradados inimaginables y lo mejor... el aire entra en tus pulmones fresquito, pero a la temperatura justa. Al sol hace calorcillo, a la sombra frescorcilla, no molesta.
El mal es no emigrar como los pajarillos, esos si que saben acuden al sitio en que mejor se vive. Eso de no tener que fichar, siempre ha sido un privilegio y una ventaja.
Y el mes de Agosto que pasamos en Londres, ni te cuento. El paraiso. Por la mañana un desalluno de estos con mogollón de fruta , sobre todo ciruelas y naranjas en almibar, que te hacía ir como un reloj. Salías a la calle con un sol intenso y una lluvia de un cuarto de hora que lo refrescaba todo, y después ufff la temperatura justa, ni un grado más ni uno menos, y a caminar.
Un fuerte abrazo.