Si te ha gustado el Ikea el Zaldi te gustará también.
A ver, que en el Portalón tampoco es que se coma mal. Encontrar un sitio que se coma mal, rematadamente mal, por mi tierra es difícil (no imposible), pero quizá se hicieron la fama y "se echaron a dormir". Es como si ya tuvieran vendido todo el pescado y cobrando por un servicio de lujo, recibieras un servicio "medianón", con aires de "somos perfectos desde hace siglo y medio y vais a pagar porque nosotros lo valemos"...
Quizá con la crisis hayan vuelto al servicio impecable de hace unos cuantos años, 15 o 20.
Algo similar le ocurre al Zortziko de Bilbao. Daniel García se lo tiene muy creído -lo siento pero es mi opinión y me baso en mi experiencia- y hace lo que le viene en gana, porque el cliente siempre tiene que estar satisfecho y no se va a quejar de nada en el garito porque sería absurdo y quedaría mal, ya que soy la perfección con patas... y para mi gusto, va a ser que no.
¡No se puede presentar un tiramisú en un banquete y soltarte con alegría al cuerpo Macarena que es una tarta capuchina! Y encima tener la desfachatez de discutirlo con la clienta, claro que Karlicones no se calla ni debajo del agua y le soltó al maître: "Este tiramisú se parece a una tarta capuchina como un huevo a una castaña."
Considero que todas y cada una de las veces que vas a un restaurante, tiene que ser perfecto, porque mis euros pueden elegir irse a otro local la próxima vez y sobre todo, porque nunca se sabe con cuántos amigos y conocidos puedo hablar de tí...
Tiene que estar todo perfecto, en consonancia con la Dolorosa.
Si encuentro servicio de tasca, servido como en ella, exijo que el precio sea acorde a la sencillez de sus platos, del sumiller, del servicio de mesa, hasta del cuarto de baño sin apurarme mucho...
Sin embargo, en esta misma ciudad, otros más modernitos, con ganas de ir cogiendo nombre, se esmeran más.
No sé si me explico.
Un abrazo
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.