¡Buenos y felices días compañero!
No, no me la contaste y soy todo oídos -bueno, ojos-, me lo paso estupendamente bien, leyendo las historias de tus niños y disfruto con el cariño con el que hablas de ellos.
¡¡Madre mía!! ¡Qué hada tan generosa! A mí el ratoncito Pérez me dejaba unas moneditas y alegría al cuerpo, jajaaa. ¿Y el hada le pone una muñeca debajo de la almohada y la niña no se entera? ¡¡Yo quiero volver a dormir asííííí!! jajaaa
Es normal que a la niña le gusten los regalos y cuantos más, mejor. Supongo que a su edad, no se da bien cuenta del precio de las cosas. Chico, además, a nadie le amarga un dulce, ¿a quién no le gusta recibir regalos, aunque solo sea un detalle, ese pequeñito que demuestra que se han acordado de tí y que te quieren o te tienen aprecio y cariño?
¿Que si te leo? Diría más que paladeo tus escritos... ¡Por supuesto que te leo! Siempre te lo digo, me emociono pensando lo que vivirán tus hijos dentro de unos años cuando puedan leer lo que su padre dice de ellos, porque estoy segura de que les encantará y se lo pasarán de lo lindo, viendo reflejado el amor de su padre en unas líneas.
Como tengo muchos defectos, pero el ser mentirosa no es uno de ellos, confieso: Te voy a reconocer que ese post lo leí de casualidad, "glups", sorry de los gordos, jjajaaaa, pero es que últimamente tengo el tiempo justo de entrar, leer lo que se dirige a mí y poco más. Como aquel mensaje estaba justo debajo de otro que habías tenido la gentileza de escribir dirigido a Karlicones, lo leí...
Con el siguiente párrafo me has recordado a los cafés de la Sociedad Bilbaína, jajaaa. O del mismo Toledo, cafetería Toledo, justo a la entrada del Parque de Doña Casilda en Bilbao. Son retazos de mi infancia, con mi madre y mi tía abuela y sus amigas. Me llevaban y lo que has descrito de saloncitos lujosos con sillas isabelinas con unos tapizados de seda salvaje preciosos, dorados por doquier, artesonados en los techos, puertas de madera maciza, que ya no se ven por el mundo, es decir, a lo que yo llamo "lujo", para resumir; nos lo pasábamos genial.
Años después mi madre se empezó a aburrir del "tengo, tengo, tengo, tú no tienes nada", quizá porque a ella no le gustaba fardar y porque disfrutaba mucho en otros ambientes más -cómo decirlo... ¿asilvestrados? jjaaaaa-. Era de campo, en su sangre corrían gramíneas. Y eso que había vivido casi siempre en la ciudad, pero le seguía tirando su nido. Algo similar me ocurrió a mí bastante más tiempo después en el Club de Campo de la S.B. a dónde dejé de acudir a jugar al golf, más que nada, por aburrimiento.
Pero también te digo, que para de vez en cuando, ir a comer o tomar un café a un sitio de estos, me encanta y mi barbudín, por muy chico que sea, también le gusta una comida bien servida, como Dios manda, que no creo que Dios mande manteles de hilo ni cuberterías de plata, ni cristalería de Swarovski, jajaaa, pero le gusta ese ambiente, ¡vaya que sí le gusta tomarse un café en las cafeterías clásicas de Viena!
Me descubro. En una sola frase has descrito lo que vengo pensando desde hace meses y no se me ocurría cómo describir brevemente: "Les molesta al final que los demás existan." ¡Es genial! Es genial y además es una gran verdad. Creo que esta gente insolidaria son personas
insatisfechas con su propia vida, no sé, quizá sus parejas no sean todo lo cariñosas que ellas esperaban o que ya no se parecen a lo que conocieron en su momento, ni sus hijos los superdotados que ellas esperaban, o quizá su economía se haya visto diezmada y no hayan sabido adaptarse a las nuevas circunstancias de su vida con alegría, con humildad... No sé sus motivos, lo cierto es que tampoco me importan demasiado, pero su amargura se ve reflejada en sus actos, en sus actitudes, en su comportamiento, esas quejas continuas, esas reclamaciones sin ton ni son.
Recuerdo una ocasión en un restaurante de Dénia, de los pijillos, sí, jajaaa, que había un matrimonio con un capacito y un nene dentro un poco nervioso, probablemente por alguna necesidad fisiológica, hambre, pipí, ni idea... Y a su lado, una señora mayor, más de 70 fijo, que no paraba de quejarse al maître. Por lo menos lo hizo tres veces. Los padres lo estaban pasando fatal, porque el nene no dejaba de llorar, la madre le acunó, lo cogió en brazos y hasta salió un ratito fuera, pero claro, tenía que volver a entrar...
Total, que al final la "amargada" terminó pidiendo -agárrate que hay curva- ¡a ver si no podían sacar la cunita fuera! Como mi marido es de armas tomar -como yo, Dios los cría y ellos se juntan- y aunque está muy bien educado, no le gusta que le toquen los/las narices y sinceramente, nos molestaba más ella que el bebé, se giró sobre su silla y con su lengua de trapo, le soltó: "Usted me molesta más que el niño, ¿por qué no se va fuera un rato?"
Mira, por poco me meto debajo de la mesa, pero acto seguido, comprendí que tenía más razón que un santo. Los padres se lo agradecieron y la señora dejó de molestar el resto de la comida.
Es que yo lo paso mal, viendo pasarlo peor a esos pobres padres que son los primeros que están deseando de que se calle el niño, pero el pobrecito ¡NO tiene otra forma de expresarse! y hay que ser condescendientes, comprensivos y pensar que alguna vez fuimos niños y que muy probablemente, dimos el coñazo (con perdón) en algún local de moda de nuestra época...
Pero ya digo, para mí estos quejicas junto a los trolls suelta mamandurrias son todos intolerantes e insatisfechos, en resumen: amargaditos.
Me parece evidente que el molesto del garaje lo único que tenía era una envidia terrible a que tú te pudieras permitir el lujo de sacar unas horas para atender las necesidades del garaje y que encima mantuvieras de tu bolsillo, luces, cebadores, etc. Y como la envidia, es siempre mala y cochina, ataca primero y luego pregunta. Y cuando se percata de que ha metido la pata hasta el zancarrón, le sobra soberbia como para no pedir disculpas a quien faltó, molestó o insultó.
Creo que a este personaje, se le podría encasillar también en el grupito de los amargadicos, jajaaaaa.
Ahora no tengo tiempo, pero otro día relataré mi experiencia, bueno, una de ellas, siendo presidenta de mi Cdad en Bilbao. Fue al año siguiente de fallecer mi madre, cuando me pillaron por allí logicamente. Tuve que estar unos meses, organizando la vida de mi padre, la casa, el tema del testamento, en fin, que aprovecharon a ponerme de presidenta y como es una anécdota graciosa, pero larga de contar, ya la escribo en otro momento... Edito el post: Total, que me he alargado y mi marido ha sacado a los chuchis, así que tengo tiempo para relatarte brevemente mi experiencia presidencial, jajaaa.
El conserje traía a su novia al portal y bajaban al sótano a demostrarse su amor... En fin, no voy a entrar en detalles, jajaaa, pero tenían un colchón allí, jajjaaa. Por aquellos entonces, mi vida estaba en el extranjero y los vecinos no conocían a mi novio. Solo sabían de mí, que iba y venía al extranjero y que mi familia eran mis padres. Vamos, virginal practicamente... En fin.
No se les ocurrió otra cosa mejor que hacerme decirle al chaval que no se lo pasara tan bien dentro de la finca, ya que podría representar un escándalo para los niños del edificio. Me ves a mí bajando al garito, y diciéndoselo: "Oye, que aquí vienes a trabajar, no a fo", jajjaaaaaa. Evidentemente con otras palabras más suaves, claro, pero al fin y al cabo, venían a decir eso.
Total, que un vecino gilipollas, bueno, podría utilizar otra palabra, lo siento, pero da la casualidad, que no se le puede calificar de otra forma a este individuo, que fue a dónde el conserje a decirle que no me hiciera caso, que era cosa mía, no de la Junta, porque me escandalizaba ver a una pareja de novios besarse, jajajaaaaa, ya que yo, era ñoñita. ¡¡Agárrate!! Si este buen vecino hubiera sabido lo bien que me lo pasaba yo en Berlín y luego en Viena, ;-) Pero es que aunque hubiera sido "ñoña" perdida, habría sido mi problema y no el suyo.
Total, que un par de meses después, conoció a mi novio, se lo había relatado a Karlicones el barbudín y cuando le dije quién era, delante de su carita me soltó un besazo que por poco necesito oxígeno, jajaaaaa. No sé quién fue entonces el escandalizado y el ñoño, jajaaaaaaa
Comparto contigo la opinión de que son mayoría los educados, amables, corteses... pero también es cierto que los dos o tres imbéciles, destacan su imbecilidad precisamente por no saber estar calladitos cuando toca y además, hacen demasiado ruido. Y si no lo pueden hacer, repiten hasta la saciedad su letanía de insultos y aburren al más "pintao", jajaaaaa
Creo que se queman ellos solitos, es solo cuestión de tiempo.
Una verdadera lástima que no me hayas comentado en qué hilo era porque habría entrado a saco a por el faltón. Me ponen los trolls, jajaaaa y me encanta defender a quien, a base de agradabilísimas conversaciones en el foro, voy cogiendo cariño, como a tí. Ten por seguro que si insulta gratuitamente, lo hará contigo y con el que se le ponga delante y no necesitará tener opiniones radicalmente distintas para faltar al respeto. Les gusta hacerlo, disfrutan insultando y como vean que eres sensible, o lo que bien describes, estás pasando por un momento delicado, entonces ya van a degüello.
Ya os conté lo que me pasó con varios "compañeros", -les sobra este calificativo- con el tema de SOS cuando decidí vender. Me llamaron de todo menos bonita. Algún privado y ciertas llamadas de teléfono sobre todo, no se podían calificar de otra forma, salvo "punibles". Así como lo oyes. Como de locos. El jefe supremo, endiosado como pocos, llegó a afirmar por escrito que vendiendo dichas acciones chicharriles y comprando otras que le dieran dividendo a mi padre y contratando IPFs, para que tuviera alguna entradita más que solo su pensión, minimizada entonces por las puñeteras comisiones, -que yo no sabía ni que se podían negociar-, (¡gracias Iliki!), bueno, pues dijo textualmente que "estaba jugando con los ahorros de mi padre"!!!! Ni te imaginas qué cabreo me agarré. ¿¿¿Cómorrrrrr??? ¿Jugando con sus ahorros cuando dejé mi vida en Viena, mi marido, mi trabajo, todo, por venir a ayudarle, llevaba casi un año y medio intentando salvar lo que se pudiera de la terrible estafa a la que fue sometido, por su ictus cerebral, que a mi padre sano, no le colocan esa mierda ni de coña, vamos... ¡Para que venga un desconocido pelagatos a insultarme!
Como era el "administrador/creador" de ese hilo, lo entrecomillo porque no sé cómo se llama a quien crea hilos de acceso restringido y tiene la potestad de admitir o no a los foreros, no le reporté, pero me dieron muchísimas ganas y además sí que afirmo categoricamente desde entonces, que estos hilos cerrados, dónde se pueden afirmar estupideces, "calienta valores", no deberían ni existir porque hacen mucho daño a quienes, como yo, entramos en su día sin saber de qué iba el tema y nos estuvieron calentando la cabeza con temas que nunca llegaron a producirse, ni se han producido todavía, con medias verdades, verdades sesgadas o mentiras directamente.
Jt es de lo mejorcito de este foro, lo he dicho en varias ocasiones. También Manolok, Petersen, buf, podría citar a varios que me encantan. Alguno de ellos no participa mucho, pero cuando lo hace, sienta cátedra.
Realmente es a lo que entro yo, a pasar un ratito divertido, leer temas interesantes que ayuden a mi economía, eso cada vez menos, porque el asesor financiero ha cambiado mi situación 180 grados, pero cuando entro en este hilo, me gusta encontrar temas agradables, frases directas, claras, sencillas, cariñosas, sin recovecos, ni resquicios de rencor o animadversión. Mi vida es suficientemente maravillosa como para no tener ganas de ensuciármela con odios absurdos de desconocidos...
En definitiva, me gusta encontrarme a personas como tú.
Estamos preparando la escapada a Valencia. Primero tenemos una a Novelda, por necesidad y luego ya organizamos la de Valencia.
Un abrazote y tranquilo, que animada estoy, no me altera quien yo no quiero que me altere. Eso era antes, cuando estaba mal, demasiado afectada por el tema de mi padre y su "amigo asesor" de toda la vida.
¡Feliz día!