Las cartas del hombre lluvia
Imaginen a un bilbaíno que vuelve al Botxo tras varios años viviendo fuera. Echaba de menos el tiempo de la villa. Hasta que se hartó
01.06.13 - 00:01 -
JON URIARTE |
La primera vez que supe de él, me pareció un hombre feliz. Más allá de la crisis, los vaivenes de la vida y las apuestas ganadas y perdidas con el destino, no tenía motivos para la amargura. De hecho, podríamos decir que era un tipo optimista. De esos que creen que han vivido un día más y no un día menos. Así que la euforia en la carta que recibí la primera semana me pareció comprensible. Había vivido un tiempo fuera del Botxo y echaba de menos ese clima nuestro que siempre nos acompañó. Con el fin de que entiendan mi perplejidad, les resumo las cartas que fui recibiendo durante meses. Y estoy seguro que entenderán mi preocupación.
PRIMERA SEMANA
Acabo de llegar a Bilbao. Qué felicidad volver a sentir la lluvia en la cara. Tanto tiempo en secano me había dejado el alma ajada. Estaba tan feliz, que miré al cielo y dejé que la lluvia inundara mi rostro. Dicen que mañana también lloverá. ¡Qué bonito!
SEGUNDA SEMANA
Hoy ha vuelto a llover. Lleva una semana haciéndolo. La gente se queja. No les entiendo. Es nuestro clima. ¡Viva el sirimiri!
TERCERA SEMANA
Lleva varios días lloviendo. No es muy normal. La mujer del tiempo dice que amainará.
CUARTA SEMANA
Sigue lloviendo. La mujer del tiempo insiste en que parará algún día. Tiene mala cara.
QUINTA SEMANA
La mujer del tiempo ya no sale. La han ingresado. Se veía venir.
SEXTA SEMANA
Es tiempo está variable. Lluvia racheada, intensa, chaparrón, sirimiri, tromba…
SÉPTIMA SEMANA
Mi mujer se ha comprado unas katuiskas, con tacones, preciosas. Eran las últimas que quedaban.
OCTAVA SEMANA
Nuestro perro de aguas quiere cambiar de raza. Se ve que los demás chuchos le miran mal.
NOVENA SEMANA
No recuerdo cómo se cierra el paraguas. De hecho no sé si se cierra. Lleva meses abierto. ¿Lo compraría así?
DÉCIMA SEMANA
Estoy empezando a hartarme de tanta lluvia. Ya solo tomo ginebra seca y no me pongo agua de colonia.
DECIMOPRIMERA SEMANA
En el Guggenheim hay una exposición de trajes de baño. Dicen que era una prenda que se llevaba antes en junio, julio y agosto. Nadie lo recuerda.
DECIMOSEGUNDA SEMANA
En San Mamés Barria eliminan las duchas por absurdas.
DECIMOTERCERA SEMANA
Tenía las manos secas. Como rasposas. He ido al médico pensando que sería alguna alergia. Me dice que no me preocupe, que son escamas.
DECIMOCUARTA SEMANA
Mi mujer y yo vamos a tener un niño. Le vamos a llamar Noé.
DECIMOQUINTA
Hoy he tenido que contar a mi hijo Noé la verdad. "El sol no existe. Son los padres"
Esta fue su última misiva. Hace días que no me escribe. Tengo la esperanza de que sea porque, por fin, ha dejado de llover y han salido a dar una vuelta. Al fin y al cabo algún día saldrá el sol. ¿O no?
Fuente: elcorreo.com
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.