Si lo más curioso del caso es que son ellos los que no hacen más que llamar a mi padre para que acuda a cancelar...
Todas las entidades persiguiendo a la gente para que se haga cliente y estos vascos echando a sus clientes generacionales. Si es que somos raros hasta para esto, jajjaaaa
Bueno, ya os contaré cómo acaba el culebrón, ha llegado tal momento de hartazgo que estoy a punto de enviar un buRRofax, a ver si puedo pasar página y hacer borrón y "cuenta nueva" (nunca mejor dicho, jejeje)
Un saludo cordial
¡Sed felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.