Muchos españoles se podrían dar con un canto en los dientes si escribieran el castellano, la mitad de bien que tú.
Menos disculpa tengo yo que habiendo nacido en España y aprendido castellano como lengua materna, sigo poniendo demasiadas o demasiado pocas, jjaaaa, tíldes. ¡Eso sí que no tiene perdón de Dios!, jajaaaa
Con interés, se aprende de todo, te lo digo yo, que la primera vez que fui a Alemania, caí en München y allí todo pichurri hablaba en bávaro y la menda pensando que creía entender alemán, con lo que había ido aprendiendo en la academia, ¡juas! Hablando de papas, no entendía ni papa, jajaaaa.
Luego ya es como todo, ganas, interés y práctica. Soltarse y no pensar en que haces faltas, sino valorar que te entienden cuando hablas. Cuanto más te sueltas, más te hablan y más vas aprendiendo.
¡Muy bueno lo del laxante! Es muy típico este error y otros tantos cuando no se domina un idioma. Si tú supieras la de errores que he tenido yo al "soltarme" en alemán, jajaaa. Menos mal que soy descaradita y no me cortaba, que si no, nunca hubiera aprendido este idioma.
Sí, si lo voy a creer, me refiero al chocolate vs. sexo. Hace unos años te habría contestado que sexo, sin duda, hoy en día, lo dudaría, jajaaaa. Si es belga, ya te digo que me quedo con la caja de bombones... Espera que luego entrará mi marido en el hilo y leerá esto. ¡Hoy la tenemos en casa! ;-))))
Efectivamente, de las viandas que más me gustan de Austria son los postres. Si bien es cierto que tienen unos platos suculentos, sobre todo sopas y carnes. Siento decirlo, pero los pescados los destrozan, salvo los de río, como la trucha y la carpa, pero los de mar y los mariscos, ¡qué horror! Los abrasan, jajaaaa
Viena es una perfecta desconocida. Incluso para los que van allí en plan turista, a ver lo que el guía de turno les quiera enseñar. Desde mi punto de vista, es una de las ciudades con más encanto de Europa, pero también te tengo que reconocer que habiéndome enamorado allí del amor de mi vida, no puedo ser muy objetiva ni imparcial...
(Espero que con el párrafo anterior se arregle el lío en el que me he metido con el tema del chocolate o el sexo, jajaaaa)
A mí lo que más me gusta de Austria, además de mi marido, claro está, es el agua fresca de la montaña. También el aire puro que comentas, es envidiable, pero estoy contigo... ¡ese aire puro a veces es tan frío, que apenas es respirable! El invierno me resultaba muy largo y la primavera muy fría y lluviosa.
Llueve/nieva demasiado, de ahí la preciosidad de ríos que tienen. Toda moneda tiene dos caras...
En cuanto a la paz que se respira y palpa, estoy al 100% de acuerdo. Arriba en las montañas es otro mundo...
Un saludo cordial
¡Sed felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.