Re: El cuadro de la Pantera Rosa
Buenas tardes, bueno, por decir algo, porque hoy se ha oscurecido el día, ha salido el sol a mediodía, pero por la tarde las nubes y el viento frío han fastidiado los paseos perrunos, que han tenido que ser rapiditos y con chaqueta, brrrr. Cada vez llevo peor el viento, me aumenta el dolor de cabeza que no veas. En fin, en cualquier caso, "al mal tiempo, buena cara", dice el refrán. Así que comienzo de nuevo: ¡Buenas y felices tardes! ;-)
El tema del insomnio es otro punto negro en la investigación científica y en la aplicación de lo investigado. Mira que hay "pastillitas" de todos los colores para dormir (soy boticaria), pero no me convence ninguna. Además, siempre pienso que es mejor no acostumbrarse a dormir con ellas, no vaya a ser que algún día surja un problema de salud de verdad (me refiero a grave, algo serio) y haya que potenciar demasiado dosis o pasar a un principio activo mucho más fuerte. Prefiero aguantar maldurmiendo ahora y esperar a que sea estrictamente necesario.
Total, que duermo regular una noche de cada tres o cuatro y las otras, casi en blanco. Así que luego tengo un poder de concentración como el de un mosquito distraído, jajaaa. Menos mal que me tomo la vida con filosofía y buen humor, que si nooo, jajaa. Hay que aprender a reírse de uno mismo, de nuestra propia desgracia. Es la única manera de seguir con buen humor, luchando el día a día, intentando mejorar por nosotros mismos, por quienes nos rodean, es una pequeña aportación a mejorar el mundo. (Como ves, tengo teorías para todo, otra cosa ya es que sean de fácil aplicación o no) ;-)
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Bueno, ya coincidimos en otra cosa. Tampoco tengo plantas de interior, por los bichos que traen, que luego son una lata el quitarlos. Es más, me regalaron un rosal de interior y lo planté fuera, en el jardín. Pensé que igual no aguantaba las noches, sobre todo las de invierno y mira tú por dónde que no solo aguantó bien, sino que además, está precioso y nos dieron ganas de comprar más y plantarlos alrededor de la casa. Son de rosa algo más pequeña, pero sus colores, aromas y la fortaleza que demuestran contra plagas y cambios climáticos, han hecho que sean nuestros preferidos.
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Pues no te creas que, a pesar de vivir en el campo y sentirme una amante de la Naturaleza me van mucho los bichejos. Los animales grandes sí que me gustan, tipo Safari. Los intermedios, como las mascotas caseras me encantan. Pero los tamaño "mini", en plan insectos y demás, buf, qué asquete me dan. Y ya en casa, ni te cuento. Aquí tenemos mosquiteras en todas las ventanas, e incluso tenemos una grande de quita y pon para la puerta principal de la casa. Ahora ya es la única puerta. Esta casa tenía cuatro, una en cada fachada, pero eliminamos tres, por aquéllo del "casa de dos puertas, mala es de guardar". Así que con cuatro, era una clara invitación a los ladrones. No me hacían sentir a gusto, así que decidimos eliminarlas y poner una sola, pero reforzada.
Odio los insectos, aún reconociendo su importante papel en el Ecosistema, sí, de acuerdo, pero que lo desempeñen fuera de mi casa, por favor, jajaaaaa.
Unos que no soporto ni de lejos, son las libélulas. Me dan una grima como pasen volando a mi lado... Y mi marido no aguanta los caracoles. Recuerdo un año, que hubo una plaga de caracoles y apenas salía al jardín, jajaaa. Como comprenderás no es miedo lo que tiene, jajaaa, pero la sensación de repelús que le producen es suficiente para no querer ni verlos. Sin embargo, a mi, no me molestan. Solo cuando se comen las hojas de las plantas, claro, pero por lo demás, no me importa que se paseen por el jardín. ¡Dentro de casa tampoco, claro!
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Y ya, los gusanos y todos los reptantes o serpenteantes, ni citarlos, buf, como vea uno de esos, de hecho los he visto dos veces "paseando" por la finca o tomando el sol descaradamente, del salto que pego, me meto en casa con los chuchos y no salgo ni de broma. Vamos, pensarás que estoy yo buena para vivir en pleno campo, jajaaa.
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Los pajarillos también me encantan. Aquí hay mucho gorrioncito, abubillas, a veces, como hoy, se ven gaviotas, flamencos con suerte, pero también viene alguno desde las Salinas. ¡Qué preciosidad de paisaje! Me gusta ir a las salinas simplemente a observarlos, con ese color tan peculiar, estaría fotografiándoles media vida, ;-)
También me gustan los pájaros, cuando hacen nidos en los árboles, eso sí, en los árboles, porfa, que en los huecos de las persianas, me ponen las ventanas guapas, cuando vienen a alimentarles los padres y de paso, hacen sus necesidades en mis cristales y en los alféizares, que luego me paso el día limpiando y bastante tengo con las de los perros, jajaaa.
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Por lo que comentas, ¡¡Amberes es mi ciudad!! (Me temo que no será la de mi marido, jijiji) Pero me perdería entre sus calles céntricas si tienen tantos negocios de piedras preciosas y semipreciosas. He entendido a la perfección tu frase: "Cuando etoy triste y miro una bella piedra me da alegria, te lo puedes imaginar? Y no es por puro materialismo ya que muchas cosas materiales no me importan, pero es la belleza tan pura de algo que creo la naturaleza que me emociona", porque me veo totalmente reflejada en ella.
La belleza que nos aporta la Naturaleza, o el arte de una persona en particular, puede llegar a emocionar si tienes la suficiente sensibilidad como para captar cada detalle, para disfrutar con lo que sea, solo por el mero hecho de ser bello. Por ejemplo, hoy que ha hecho un día bastante gris, como te comentaba al principio, he estado mirando la página de porcelanas Lladró. Me encantan las obras que hacen los diseñadores que trabajan para esta firma valenciana. Los colores son pálidos, discretos y elegantes, las formas armoniosas, los diseños originales y bonitos. Los precios, en general, bastante intocables... pero no importa. Voy navegando por el catálogo, por las distintas páginas y me deleito con tanta belleza, aunque alguna de esas piezas, esté muy por encima de mis posibilidades y de mi presupuesto. Si algo es bonito, no va a dejar de ser bonito porque yo no pueda alcanzarlo. Creo que este sentimiento no es más que falta de envidia. Disfruto también con lo que no está a mi alcance.
Puede ocurrirme lo mismo, y de hecho, me ocurre, con las piedras preciosas. Luego sigo, que me llama el "jefe"...
Un abrazo
¡Sed felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.