Uno también tiene dudas acerca de la repatriación de los misioneros. Está bien que los hayan traído a casa, pero, a partir de ahí, la chapuza "made in aquí" ha sido de órdago. Cuando trajeron al segundo nos fuimos enterando -aquellos que prestaron atención- de que estaban buscando el medicamento para tratarlo que estaba agotado en el mundo.
Y uno se pregunta ¿lo querían tratar con aspirinas? Porque si no tienes la cura... ya me contarás a mí qué sucede.
A partir de ahí, con el contagio de la enfermera esta que está ingresada, se puede decir que han tenido toda la suerte del mundo. El infame consejero de Sanidad madrileño (ese que dijo que la enfermera miente y ahora que oculta cosas) dijo que estaban controlados todos los que habían atendido a los misioneros. Sin embargo, hete aquí que la chica se fue de vacaciones y que, desde que llamó alertando de fiebre, pasaron 6 días. Vamos, que ahora mismo, si la chica hubiese seguido trabajando normalmente como sus compañeros, podrían tener todo un centro hospitalario "petado" de afectados de ébola.
Y nadie es responsable, nunca nadie es responsable de nada. Hay afectados, damnificados y cabreados a miles por todas las trapacerías de este personal de los últimos años y nadie es capaz de decir que era él el que tomaba las decisiones.
Y uno cree que el sueldazo que se gastan es porque, presuntamente, tienen responsabilidades ¿o tampoco era eso y están ahí puestos porque son guapitos de cara?
En fin, de cabreo en cabreo hasta que el personal les de la patada final.
Abrazo grande.
Suerte a todos.
no desaparece lo que muere, desaparece lo que se olvida