Acabáramos! Entonces partes de una premisa falsa; no puedes llegar a una conclusión verdadera... Si ya das por hecho que quien está bien situado no acude a manifestaciones a reclamar derechos para otros, mal vamos. Estás partiendo de la base de que los que acuden a manifestaciones llevan desde casa una mala uva de no te menees. Entonces es normal que sean folloneros y que vayan con ganas de meter caña a todo lo que se menee, para acalorar los ánimos de los demás e igualar la balanza.
Puede que el débil yayo vaya solo a acalorar el ambiente y que cuando se tuerza el asunto, salgan en su defensa los jóvenes. Hay yayos y yayos, como en botica, ;-)
Cierto es que las manifas de mi época juvenil eran más fogosas y sangrientas que las de ahora. De ahí que vea un punto exagerada a la prensa que las publica con tanto énfasis. Que en una ocasión haya un fallecido, es algo excepcional; que haya heridos no está bien, pero tampoco los hay siempre.
Al párrafo depurador de responsabilidades vamos a ir estando de acuerdo. Tengo la impresión de que aquí, quien debería de cargar con más culpa, se va de rositas, y el pobre agente del orden de a pie, se come el marrón, los insultos y los golpes, y encima, si hay un juicio, las culpabilidades. Que a uno se le va la pinza, vale, que lo pague. Pero que de ese caso se amplifique a todas las fuerzas del orden, ya te digo que no trago, porque no es verdad. Los agentes del orden, normalmente, son personas muy tratables, familiares, cariñosos, con una vida privada fuera aparte de su profesión y hoy en día han dado en llamarles de todo, se ha puesto de moda demonizarlos sin justificación y hala, todo el monte es orégano, libre albedrío, que son los últimos monos y se les puede decir y hacer de todo. ¡No!
Un abrazo
¡Sed felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.