Yo creo que en economía la lógica aplica más bien poco, y los diferentes movimientos que se producen en uno u otro sentido más bien obedecen a los intereses ocultos de quienes manejan el cotarro, los cuales a la mayoría de los mortales nos son ajenos aunque nos repercutan, por supuesto.
Las declaraciones públicas de uno u otro títere de turno no creo que sirvan más allá de para marear la perdiz.
En definitiva, nosotros no podemos hacer otra cosa que recoger las migajas de oportunidad que se desprendan de dichas maniobras orquestales en la oscuridad estando un poco atentos a la jugada y, por supuesto, apostar a las quinielas para pasar el rato.