Pues hay varios flancos: el más evidente es la paciencia con respecto a los fallos aplicativos (quizás los primeros no sean tan molestos pero cuando te empiece a coincidir con operativas que quieras hacer, no tanto en depósito pero si en cuenta, no son agradables) y luego está el SAC que no es para echar cohetes (aunque siendo justos no es tampoco de los peores si no les encuentras en puntas de trabajo pero como otras entidades).
Su Departamento informático y esos errores enigmáticos son de traca (¿Por qué no contestar en fin de semana subes cuando la mayoría tenemos tiempo disponible? Pues porque todo termina en un proceso manual.
Luego está su Departamento Jurídico (cabe mención especial) que es vergonzoso, dilatando procesos con organismos oficiales e incluso juzgados. Mintiendo y ganando tiempo para acabar con la paciencia de clientes que únicamente quieren que se cumpla la Ley.
En resumen, si todo va bien pues vas a estar perfectamente en esta entidad. Pero si las cosas se tuercen te van a ningunear. Por ello, y habiendo pasado por todas estas fases, prefiero empezar de cero en otra entidad, pues la fórmula beneficio/riesgo se inclina había el lado negativo.