Me veo muy cercana a tu planteamiento. Basar el desarrollo personal, como comentaba en valores éticos y morales no condiciona el vivir indecentemente, con penurias y necesidades. Solo hace plantearte si todo lo que nos han estado vendiendo durante un par de décadas de "bienestar" como necesario es realmente tan necesario o si podríamos vivir con menos ostentación y ser más felices.
Lo que se puede tener sin sacrificar tu vida y dejarla hipotecada generaciones, no es menester resignarse a no tenerlo. Ahí estoy totalmente de acuerdo contigo, pero convendrás conmigo en que un porcentaje alto de tecnología nos sobra, las marcas en la ropa, dar la vuelta al mundo o vivir como millonarios (sin serlo), sobra también.
Y lo que decía el compañero, mirar para otro lado cuando ves a los que realmente están pasando necesidades, están sin techo, o sin comida, sin recursos, sin esperanza, sin ilusión... sobra, sobra, ¡sobra!
Comprendo que un reparto equitativo de los bienes es cuasi utópico, a nivel global. Pero todos y cada uno de nosotros, en nuestro pequeño círculo, en nuestro pueblo o municipio, sí que podríamos dar un pasito más hacia la solidaridad y el compromiso con aquéllos que más lo necesitan y es ahí precisamente, dónde me rebelo.
En una reunión escuché hace poco una frase que me llegó al alma: "Total, para dar un eurito o dos, ni merece la pena". ¿¿Perdón?? ¡Qué diferente sería el mundo si los que podemos, aportáramos ese eurito...! Y para entregar esa cantidad "insignificante" no es necesario vivir indecentemente...
Un saludo cordial
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.