Lo de que todo puede ser cíclico me recuerda a la noria de la que hablaba mi abuelo y he comentado por estos lares alguna que otra vez. Me decía: "La vida es una noria, cuando te encuentres arriba no escupas a los que estén debajo, porque el día menos pensado girará la noria y no te gustará que los que ahora se encuentren por encima de tí, te escupan"...
¡Menuda lección de vida me dio!
Sí que es cierto que muchos han vivido por encima de sus posibilidades, también es cierto que nos contaron la milonga del Estado de (falso) Bienestar y muchos se lo creyeron, hipotecando sus vidas y las de sus hijos.
Verás cómo dentro de unos años, la Banca seguirá ahí, yéndose de rositas una y otra vez, los gobernantes (todos) seguirán llenando sus arcas particulares y asegurándose un futuro despreocupado y "feliz" y los hipotecados, seguirán con el agua al cuello... todavía muuuuchos años...
Que estamos saliendo de la crisis, -dicen-. Sí, bien, vale, pero yo me pregunto: ¿Quiénes...? ¿Los que nunca fueron afectados por la misma? (A ver si a todo el mundo le ha afectado por igual...¡juas!)
La educación es básica para construir una sociedad igualitaria, justa, con futuro. Para ello, entre otras cosas, hay que aprender a decir a niños y a jóvenes muchas veces que NO. He escuchado a padres decir que sus hijos tenían que tener de todo, de todo lo que ellos no habían podido conseguir en sus vidas. Y yo me preguntaba, ¿por qué? ¿Acaso es más feliz quien más cosas tiene o quien menos necesita?
¿Por qué esos padres no se preocuparon de que sus hijos fueran en lugar de que tuvieran?
Y a partir de ahí, la sociedad tendremos que aprender a decir que NO, que el NO no es sinónimo de castigo, ni de miseria o indigencia, ni de menosprecio. Que el NO es educación y que cuando llega el NO por obligación, no nos cuesta tanto admitirlo y seguir viviendo con una sonrisa... porque el NO llega, se impone por la fuerza, la noria gira quieras o no y te ves abajo. Si estás bien educado, sabrás vivir abajo con la misma felicidad que un día disfrutaste arriba.
Un saludo cordial
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.