Eurovegas
Al margen del debate típico de la idoneidad o no de construir el Eurovegas, aceptar las condiciones y privilegios que se pide para ello, etc. Lo que me llama la atención es que en este país seguimos con lo mismo de siempre y no queremos aprender de los errores que nos ha llevado a esta crisis.
Hemos despilfarrado el dinero porque cada hijo de vecino quería tener su un aeropuerto, servicio de tren de alta velocidad, etc. y ahora se pelean por cada uno tener su propio mega parque de atracciones (a no que eso también pasó, terra mitica, port aventuras, warner). Bueno, mejor por tener su megacasino.
En lugar de estudiar en qué parte del territorio español sería más beneficioso para el global el país construir esto (siempre desde el supuesto de que esto sea beneficioso), vemos que están Madrid y Barcelona peleándose por ser ellos el que se lleven el gato al agua.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/02/22/madrid/1329904411.html
Volvemos a lo mismo de siempre, los dirigentes de estos dos sitios sólo están mirando por los intereses de sus regiones, sin importarle el resto del país, y además, que estamos hablando de las zonas más pobladas de España, con más recursos y con más opciones. Nada, si no hay ya mucho centralismo alrededor de estas ciudades, pues a fomentarlo más y que el resto del país siga siendo cada vez más pobre. Cómo se nota que los políticos sólo tienen una visión a corto plazo.
Ya que quieren hacer unas Vegas, que se inspiren más en el modelo original, Las Vegas es una ciudad que está en medio del desierto. Me parecía más razonable aquella idea de construir esto en un sitio como el desierto de los monegros que construirlo a 10Km o menos de núcleos urbanos como Madrid o Barcelona. España tampoco tiene tantas distancias y tiene muchas regiones despobladas que serían más idóneas para fomentar su crecimiento antes que los dos grandes núcleos urbanos.
Todo esto al margen de que en realidad no estoy para nada de acuerdo con que se realice esto. Porque me da que al final pasará como con lo de los aeropuertos y vendernos a Ryanair. Que el día menos pensado (y cuando empecemos a apretarles) ya no les interesamos y nos abandonan con todo el tinglado montado.