Cuando leo artículos como este del nimileurismo pienso que algo nos quieren vender.
No me arrepiento de estar ayudando a mis hijos en los estudios, al contrario. Lo que ocurre es que pienso que es cierto que no van a estar como nosotros.
Mi hijo mayor es licenciado por la Complutense en Ciencias de la Información, a los 22 años empezó a trabajar de becario mientras estudiaba 5º. Estuvo un año con contratos basura y después a casi los 25 le hicieron fijo. Sigue en la misma empresa hasta hoy, 5 años.
En el 2006 se compró un pisito y al año siguiente se fué a vivir a él. Gana más de mil euros, poco más, le han ascendido dos veces, de una forma que llaman ahora ascenso horizontal, más responsabilidad con subida de sueldo de sólo un 4%.
Para calentarse ha comprado una estufa de butano porque la calefacción le sale muy cara. Comparte el coche con una compañera para ahorrar gasolina. Ha quitado el teléfono fijo, se trabaja mucho las renovaciones de los seguros, etc. Le llega justito y ahorra muy poco.
No quiere que le demos dinero, dice que él se ha metido y él tiene que salir. A veces cuando hacemos la compra quincenal le guardo productos básicos.
Tanto esfuerzo para no poder ni ir de vacaciones y estar siempre haciendo cuentas no está pagado.
Eso es lo que es indignante, que encima dando gracias de que tiene trabajo y le llega justito.
Por ello no me extraña que mi hijo pequeño aunque quiere seguir estudiando no quiere ni comprarse casa ni nada. Les quitan la ilusión a muchos de nuestros jóvenes.