Me parece que en alguna parte del camino nos hemos perdido.
Dijiste:
“el sector privado asume las consecuencias de sus políticas nefastas, mientras que en el publico, lo pagamos todos se haga bien o mal”
A lo que respondí:
“Al sector privado también lo pagamos todos, solo que entonces no como contribuyentes, pero si como consumidores, aunque si bien lo miras resulta que somos los mismos.”
Y no me negaras que contribuyentes y consumidores venimos a ser prácticamente los mismos.
A lo que añadiste:
“el sector privado de verdad no lo pagas si no quieres,”
Y mi contestación viene a ser que, elijas una u otra, (la que elijas es intranscendente), terminas pagándole al sector privado. Y es que el sector publico no me da servicios bancarios, de telecomunicaciones, de construcción o de fontanería. Eso tampoco lo negaras.
La cuestión es que tú te empeñas en individualizar, mientras que yo me fijo en el agregado.
Por otra parte, en el sector público también tienen que asumir las consecuencias, te recuerdo que los anteriores directivos de España SA ha salido despedidos via patada en el culo.
La cuestión de que haya mas o menos competencia, que sea mas o menos perfecta y demás no es transcendente, la cuestión es que pagar se paga siempre, sea via impuestos o via factura.
Pero como no quiero eludir la cuestión de la competencia, te diré que en muchas ocasiones, esa competencia no es real:
- en el caso de los bancos, los contratos son de adhesión, lo tomas o lo dejas, y se parecen mucho unos a otros, hasta el punto de ser indiscernibles.
- igual ocurre con las telecos, las eléctricas, o las grandes constructoras.
- si te vas a mas bajo nivel, puedes pedir unos pocos presupuestos, y esperas que con ello consigas un buen precio, pero no tienes toda la información, la oferta es muy variada, con una enorme cantidad de opciones, de forma que realmente tienes posibilidad de elegir, pero raramente será una elección realmente informada y racional.
- pero es que además, en muchas ocasiones no te puedes permitir el lujo de estar pidiendo presupuestos, como cuando tienes una avería en el coche, pides que te lo lleven al taller más cercano, te lo arreglan y pagas lo que te pidan.
Hay cosas que son consustancialmente monopolios del Estado, como tu comprenderás, no me imagino un sistema de hacienda privada. ¿te imaginas que pudieses elegir a tu inspector de hacienda? Es mas, resulta que cuando un funcionario de hacienda te atiende para que cumplas con tus obligaciones, su “patrón” no eres tu sino el resto de ciudadanos, a los que interesa que cumplas con tus obligaciones, sin embargo, tu eres el patrón del funcionario de hacienda que me inspeccionó a mi y me puso una sanción. En ese momento yo era un cliente que habia incumplido con los pagos y el departamento de facturación de España SA me exigió que cumpliese religiosamente y pagase lo adeudado.