Me alegra que se planteen estas cuestiones por una mujer.
Las estadísticas hablan por si solas y tiene que ver mucho con la legislación de la conciliación personal y familiar y su cumplimiento y de los prejuicios cognitivos sexistas preestablecidos de hombres y mujeres en cuanto a su educacion sociologicamente preestablecida que necesita de una intervención.
La legislación sobre igualdad de oportunidades no puede ser sexista nunca porque recientemente se ha ganado una sentencia en favor de un hombre en un sector preedominantemente femenino y por tanto es aseptica en cuanto sexista que solo existe en la mente de muchos y muchas.
Se ve que cuanto mayores estudios, menor diferencia y la prueba fehaciente es que en el sector publico ya hay más mujeres trabajando por su sistema de acceso más objetivo y aprueban licenciaturas con mejores notas y en el sector público al aplicarse mejor (no bien porque falta mucho por hacer como en los países escandinavos )la conciliación de la vida personal y familiar con el trabajo no se utiliza como en el sector privado a la persona, como si fuera una mercancía, poniendo en riesgo la compatibilidad de vida personal y familiar con el trabajo y afectando como en España a la natalidad.
Tristemente al no haber apoyo público a la familia y prejuicios evidentes prrestablecidos, la mujer asume incluso voluntariamente roles que le perjudicarán en su vida profesional, aparte de que en la organización empresarial falta un necesario cambio de modelo, desde el de competencia salvaje, por el de cooperación en beneficio común más acorde con el liderazgo y la gestión de éxito más tipicamente femenina y no estereotipada o con prejuicios, cuyo ejemplo existe en el sector público, gracias a una intervención que se cumple mejor y unos prejuicios que mejoran con una mayor educación de todos y todas.
Alguno solo piensan en el tu ganas, yo pierdo, tu pierdes, yo gano y no entenderán nunca el tu ganas, yo gano, aunque menos cada uno y prefieren el conflicto, allá ellos,mientras los que tenemos claro el modelo ideal de éxito no entraremos al trapo.
Un saludo